Ciudad de México. La situación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex) difícilmente tendrá salida cuando tiene un déficit de 1.5 billones de pesos por el pago de pensiones a sus trabajadores, advirtió Ernesto O ́Farrill Santoscoy, presidente de la Comisión de Análisis Económico del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).
“Hay un déficit de pensiones que se estima actuarialmente y está en los libros contables, en más de 1.5 billones de pesos.
No hay manera de dar salida a la empresa si se mantiene este déficit laboral”, dijo en la conferencia mensual del organismo.
Destacó que seguir apoyando desde las finanzas públicas a los vencimientos de Pemex, es algo que debe de revisarse, porque solo para este año hay 9 mil millones de dólares de vencimiento de deuda financiera, para el año entrante unos 16 mil millones de dólares y alrededor de 40 mil millones de dólares en el sexenio.
“Si el gobierno va a sustituir esa deuda, corremos el riesgo de perder el grado de inversión”, mencionó O ́Farrill Santoscoy.
“Adicionalmente hay un problema enorme, ya en el retraso de pago a proveedores, de 20 mil millones de dólares que ya son pasivos vencidos que son cuentas a pagar de proveedores; también es algo en lo que se tiene que trabajar inmediatamente porque los contratistas ya no quieren tomar nuevas órdenes de trabajo mientras no les paguen. Ya se han consumido su capital, hay varias empresas que han quebrado y se corre el riesgo de que se caiga la producción de crudo”, comentó.
Expresó que es importante que haya una reestructura corporativa de Pemex porque tiene un gasto excesivo y que cuente con un nuevo plan de negocios que todavía no se ha presentado.
Indicó que orientar el plan de negocios hacia la refinación cuando en esa área pierde en 35 dólares por barril refinado, lleva a la empresa a “un barril sin fondo”.
“Tiene que haber un equilibrio en el modelo de negocios hacia la producción y exploración de donde está el margen de utilidad, donde está realmente la riqueza nacional”, aseveró.
Aversión al riesgo
Respecto al clima de negocios y el sentir de los inversionistas para el 2025 expuso que se percibe y que hay algunos indicadores que lo están demostrando, un freno importante en la inversión tanto pública como privada, lo cual es hasta cierto punto es normal en un primer año de sexenio.
Manifestó que quizá las modificaciones que se están haciendo al marco institucional del país y la victoria de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, con el control del congreso en ese país hacen una combinación que generan aversión al riesgo.
“Se va combinando para tener una serie de riesgos de amenazas para la economía mexicana, lo cual se verá reflejado en una aversión al riesgo en la inversión, pero el paquete económico tiene además que acompañarse de un plan de gobierno que todavía no conocemos, ya se tiene una oportunidad importante para tratar de recuperar la confianza”, dijo.
Aseguró que el plan nacional de energía abre las puertas a una serie de oportunidades de inversión del sector privado, incluso para la propia inversión de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que requerirá recursos del sector privado.
“Entonces si puede haber proyectos de optimismo hacia delante y propiciar que México crezca. La mejor receta para equilibrar el déficit fiscal es el crecimiento económico”, destacó.