Río de Janeiro. Brasil enfrentó en 2024 un dramático incremento de 79 por ciento de superficie vegetal incendiada respecto al año previo, una crisis que dejó 30.8 millones de hectáreas quemadas, en especial en la Amazonía, mostró el miércoles la plataforma de monitoreo MapBiomas.
La superficie representa un área superior al territorio de Italia, y es la mayor registrada desde 2019, según las mediciones satelitales del organismo.
El salto en la cifra es desalentador para el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que en noviembre acogerá la conferencia climática COP30 de la ONU en la ciudad amazónica de Belém.
La Amazonía, un ecosistema crucial para la regulación del clima, fue la región más afectada, con 17.9 millones de hectáreas arrasadas por el fuego, 58 por ciento del total del país.
La cifra representa un récord para la región en seis años y supera la superficie quemada en todo Brasil en 2023, de acuerdo con el informe.
El 2024 fue un año “atípico y alarmante” respecto a los incendios en Brasil, advirtió Ane Alencar, coordinadora de MapBiomas Fuego, la plataforma de monitoreo del Observatorio del Clima, que reúne a entidades ambientalistas, expertos y universidades de Brasil.
La experta vio con especial preocupación los incendios que afectaron los bosques, claves para la captura de las emisiones de carbono: 8.5 millones de hectáreas de bosques quemados en 2024, contra 2.2 millones en 2023.
En la Amazonía, por primera vez el fuego devastó más bosques que pastizales.