Gaza. El ejército israelí bombardeó ayer el centro y el sur de la franja de Gaza, y mató a decenas de personas, durante una jornada en la que el primer ministro Benjamin Netanyahu declaró que frenar la incursión sobre la ciudad de Rafá, fronteriza con Egipto, sería perder la guerra.

Fuentes médicas gazatíes declararon a la agencia Xinhua que israelíes lanzaron una serie de ataques contra varios inmuebles residenciales en las zonas de Nuseirat, Al Zawaida, y Deir Balah, en el centro de la franja de Gaza, los cuales terminaron con la vida de decenas de personas e hirieron a muchas.

Añadieron que los equipos de defensa civil pudieron recuperar 44 cadáveres, mientras decenas permanecen bajo los escombros, y señalaron que los fallecidos y heridos fueron trasladados al Hospital de los Mártires de Al Aqsa, en la ciudad de Deir al Balah.

Otros siete palestinos, incluidos tres menores y una mujer, perecieron en una ofensiva contra la zona agrícola de Jirbet al Adas, al norte de Rafá, donde se habían instalado desplazados.

Además, la artillería israelí bombardeó de manera intensiva la ciudad de Beit Hanún, en el norte del enclave, y atacó en Al Seka y Al Zaitún. El Ministerio de Salud de Gaza informó que al menos hubo 66 fallecidos por la metralla del Estado judío durante la jornada del ayer, incluidos 11 en Jan Yunis, mientras se elevó a 28 mil 858 el número de fallecidos desde el comienzo de la guerra, y 68 mil 667 han resultado heridas.

Sobreviven en precarias condiciones

Netanyahu afirmó que renunciar a atacar Rafá, implicaría perder la guerra contra Hamas, con el cual los últimos contactos en vistas a una tregua no han sido muy prometedores, según Qatar, uno de los países mediadores.

Rafá es el último gran núcleo de población del estrecho territorio en el que no han incursionado de lleno las tropas israelíes.

Cerca de 1.3 millones de palestinos se refugiaron en la localidad huyendo de los embates aéreos en el resto del territorio y sobreviven ahora en precarios campamentos.

A pesar de las advertencias de la comunidad internacional, Netanyahu insiste en que el ejército entrará en la localidad, incluso si se logra un acuerdo con el movimiento islamita para liberar a los rehenes capturados el 7 de octubre en Israel.

En ese contexto, Tel Aviv anunció la detención de 100 presuntos implicados en actividades terroristas durante su operación militar en el hospital Nasser, uno de los principales nosocomios del enclave.

De acuerdo con el Ministerio de Salud de Gaza, al menos 120 pacientes y cinco equipos médicos están atrapados sin agua, comida ni electricidad en el hospital Nasser de Jan Yunis, la segunda ciudad gazatí más grande, donde Israel concentra su ofensiva desde hace semanas.

Los combates en las inmediaciones del Nasser –uno de los últimos centros médicos que sigue operativo– provocaron cortes de electricidad y se pararon los generadores.

Debido a ello, seis pacientes murieron por falta de oxígeno antier, aseguró el Ministerio de Salud, añadiendo que también hay bebés recién nacidos en riesgo de morir.

El ejército israelí entró el jueves en el hospital alegando que recibió informaciones creíbles de que rehenes capturados por Hamas en el ataque del 7 de octubre estuvieron retenidos en el centro y que en el lugar podría haber restos de secuestrados fallecidos en cautiverio.

Ayer, informó que en la operación cien personas fueron arrestadas por sospechas de actividad terrorista y otros perpetradores fueron eliminados en las inmediaciones del centro sanitario”.

Indicó que se incautaron armas y se encontraron medicamentos con los nombres de rehenes israelíes. Tel Aviv acusa a Hamas de operar desde hospitales, mientras el movimiento palestino lo niega.

El secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken, indicó que Israel tiene una oportunidad extraordinaria para acabar con el ciclo de la violencia, ya que casi todos los países árabes están a favor de normalizar las relaciones con el Estado israelí en el marco de la Conferencia de Seguridad de Múnich, en Alemania.

El jefe del movimiento palestino Hamas, Ismail Haniyeh, reiteró ayer la exigencia del grupo para un alto el fuego total en Gaza, después de que antier el presidente estadunidense, Joe Biden, pidió una tregua temporal para garantizar la liberación de los rehenes israelíe.

Qatar, en tanto, afirmó que un eventual cese de las hostilidades entre Israel y Hamas no debería depender de un pacto sobre la liberación de rehenes en manos del movimiento islamita.

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