Mazatlán, Sin., Rubén Rocha Moya descartó presentar su renuncia como mandatario de Sinaloa al señalar que no hay razones para ello
y los enemigos son los grupos delincuenciales y el encono, nunca el gobierno
. Sobre las manifestaciones ciudadanas del domingo y jueves pasados, en las que se exigió su destitución, argumentó que el pueblo es el que pone y quita, no alguien que grita
.
Sobre las protestas, dijo que no porque unas 5 mil personas se manifiesten y griten: ¡fuera Rocha!
, él ya va agarrar sus cosas e irse
. Agregó que se tienen que analizar muchas cuestiones, como la aritmética, porque 5 mil personas que griten, de 2 millones 200 mil que hay en el padrón nominal, la diferencia es muy grande
.
En su conferencia semanal, el gobernador morenista emitió una declaración en la que afirmó que comparte la indignación y el profundo agravio que muchos habitantes de Culiacán han expresado durante las movilizaciones
.
Refirió que por sobre todas las cosas su gobierno privilegia el bienes-tar y la paz de las familias sinaloenses y las invitó a hacer juntos una causa común por la grandeza de Sinaloa
.
Rocha Moya se comprometió a llevar las investigaciones hasta que se haga justicia y sean detenidos los homicidas de los niños Alexander y Gael, y el padre de ambos, Antonio, y a seguir apoyando a la familia.
Apuntó que a su administración le toca atender las causas, sin ser omisos de lo que pasa, pues no son las primeras confrontaciones ya que vienen desde atrás, cuando gobernaron otros
.
Señaló que algunos que el domingo se manifestaron y gritaron: ¡Fuera Rocha!
, tienen que ver con los ex alcaldes de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, y de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres, y otros a los que, subrayó, les han pisado los callos por el tema de la corrupción
.
Puntualizó que somos un gobierno que no reprime, vamos a seguir respetando la libertad constitucional que tienen las personas para protestar y expresarse a través de la manifestación libre
.
En las movilizaciones, los culiacanenses exigieron la destitución de Rocha Moya por su incapacidad para atender y resolver el principal problema del estado: la narcoviolencia e inseguridad que desde el 9 de septiembre pasado –cuando comenzó la disputa entre las organizaciones criminales de Los Chapitos y Los Mayitos–, ha dejado más de 700 personas muertas, unas mil desaparecidas, 2 mil 500 vehículos robados y pérdidas económicas incuantificables.