Ciudad de México. A un año de su llegada a la dirección del Hospital General de México Eduardo Liceaga (HGMEL), la directora Alma Rosa Sánchez colmó la paciencia de los trabajadores que con lonas dentro y fuera del nosocomio denuncian la falta de personal e insumos, el aumento en la oferta de servicios por decisión de las autoridades, pero sin incluir ampliaciones del número de plazas ni de la infraestructura.

De por sí, el área de urgencias del que históricamente ha sido conocido como hospital de los pobres, está rebasada desde hace varios años. La remodelación y ampliación de ese y otros espacios está pendiente. En esas condiciones no se debería recibir a más pacientes porque se les expone a otros riesgos para su salud, además de que no es posible garantizar una atención de calidad y menos en lugares improvisados, señalaron algunos empleados. La Jornada solicitó a la Secretaría de Salud una entrevista con la directora del HGMEL, pero no hubo respuesta.

El próximo 5 de febrero el nosocomio cumplirá 120 años de existencia, para lo cual se prepara un evento internacional al que se está destinando mucho dinero, el mismo que no hay para garantizar la atención de los enfermos, advirtieron los inconformes.

Comentaron que la gestión de Sánchez se ha distinguido por el maltrato, incluso agresiones, y ausencia total de interlocución con el personal. Y se suman anomalías, varias de las cuales fueron denunciadas desde el pasado mes de diciembre por médicos especialistas.

En un oficio enviado a Margarita Zapata, titular de la Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad, le solicitaron información sobre el viaje de negocios a China que en septiembre de 2024 hicieron la directora y un grupo de funcionarios del hospital.

Preguntaron sobre los recursos económicos destinados a esa actividad o si los viajeros tuvieron algún patrocinio privado y si eso pudiera prestarse a conflictos de intereses.

También solicitaron una investigación por la carencia de insumos y medicinas que ha habido desde agosto pasado, al grado de que los pacientes han tenido que adquirirlos por su cuenta, a pesar de que la atención y medicinas deberían recibirlas de manera gratuita, expone el documento del que tiene una copia este diario.

Los especialistas también denunciaron que la directora Sánchez y Laura Elena Ceceña, directora médica, utilizan un lenguaje verbal agresivo y actitudes déspotas hacia los trabajadores, lo que ha afectado el ambiente laboral.

Aunque es común que a la llegada de nuevos directores haya cambio en los jefes de servicio, los especialistas de las diferentes áreas del hospital consideraron que las destituciones de varios funcionarios han sido injustificadas, mientras otros son víctimas de hostigamiento laboral, aseguraron.

Recordaron que en gestiones anteriores las autoridades convocaron a concursos para seleccionar a los titulares de los servicios. En la gestión de Sánchez no ocurrió y existen dudas sobre si los jefes designados cumplen con los requisitos que exigen los puestos.

El oficio no ha tenido respuesta, como tampoco las demandas de los trabajadores expuestas desde hace varias semanas.

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