Montevideo. La Oficina de la Organización de las Naciones Unidas en Haití (ONU Haití) denunció este viernes que en la reciente masacre perpetrada por una pandilla en Pont Sondé murieron 70 personas, el triple de las reportadas inicialmente, entre ellas tres bebés.

“Estamos horrorizados por los ataques de una pandilla el jueves en Pont Sondé, departamento de Artibonita, en Haití​​​. Miembros de la pandilla de Gran Grif, con rifles automáticos, dispararon contra la población, matando al menos a 70 personas, entre ellas unas 10 mujeres y tres bebés”, declaró ONU Haití en un comunicado.

Según la Oficina, al menos 16 personas resultaron heridas de gravedad, entre ellas dos pandilleros afectados en un intercambio de disparos con la policía haitiana.

Reportes de prensa indican que Gran Grif llevó a cabo la masacre el jueves en la noche, tras prender fuego a medio centenar de casas y una treintena de vehículos, ante los intentos de un grupo local de autodefensa de impedir que la pandilla impusiera el cobro de rentas y peajes en la zona.

“Pedimos un aumento de la asistencia financiera y logística internacional a la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití”, exhortó ONU Haití, que también exigió una investigación rápida y exhaustiva del ataque, el procesamiento de los responsables y la reparación a las víctimas.

Un día antes de la matanza, el líder de la banda, Savien Luckson, anunció que castigaría al pueblo de Pont Sondé.

El primer ministro de Haití, Gary Conille, calificó el crimen de “cobardía absoluta”, y lo consideró un ataque contra toda la nación.

La Policía Nacional de Haití (PNH) desplegó a su Unidad Temporal Antipandillas (UTAG, siglas en francés) como refuerzos en el terreno para localizar los focos de crimen organizado en Artibonite.

Haití lleva mucho tiempo sumido en una crisis socioeconómica y política que se agravó tras el asesinato del presidente Jovenel Moise en julio de 2021.

Desde entonces, la inacción del gobierno ha provocado un aumento sin precedentes de la violencia de las pandillas que controlan zonas enteras del país y se dedican a la extorsión y los secuestros para pedir rescate.

Más de 110.000 haitianos se vieron obligados a huir de sus hogares en los últimos siete meses debido a la violencia de las bandas criminales, especialmente en Gressier, según un informe publicado a principios de octubre por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

La OIM estima que más de 700.000 personas, de las cuales más de la mitad son niños, son ahora desplazados internos en Haití; la cifra supone un aumento del 22 por ciento respecto a junio. 

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