Franja de Gaza. Todavía se puede “evitar” una hambruna en Gaza si Israel deja que las agencias humanitarias envíen allí más ayuda, defendió este domingo el jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, la UNRWA, Philippe Lazzarini.

Según la ONU, 2.2 millones de personas, es decir, la inmensa mayoría de la población gazatí, está amenazada por la hambruna en la Franja, un territorio palestino asediado por Israel.

Esa grave escasez podría acarrear una “explosión” de la mortalidad infantil en el norte del territorio, donde uno de cada seis niños menores de dos años sufre malnutrición aguda.

“Es una catástrofe provocada por el hombre […] El mundo se comprometió a no permitir el hambre nunca más”, escribió Lazzarini en X.

Según él, “la hambruna todavía puede evitarse si existe una verdadera voluntad política de permitir el acceso y la protección a una ayuda significativa”.

Estos últimos días, palestinos residentes en Gaza dijeron a la AFP que se habían visto obligados a comer hojas y forraje o incluso a matar animales de tiro para alimentarse.

Antes de la guerra, entraban en la Franja unos 500 camiones con comida cada día. Pero desde el 7 de octubre, cuando empezó la guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamas a raíz del ataque de milicianos de este grupo en territorio israelí, este número raras veces supera los 200, pese a la necesidad acuciante de los habitantes de la Franja.

La situación es muy alarmante en el norte, presa del “caos y de la violencia”, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), que el martes suspendió allí el reparto de su ayuda, a causa de los combates y de la gente que, hambrienta, se precipitaba sobre los camiones para saquearlos.

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