La principal neoplasia (crecimiento descontrolado de células o tejidos anormales en el organismo) maligna que afecta a las mujeres es el cáncer de mama, señalaron Ronny Kershenovich Sefchovich, subdirector de investigación médica del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), y Felipe Villegas, secretario de la Asociación Mexicana de Mastología.

Antes del mes de sensibilización sobre esta enfermedad, durante el segundo simposio Sumando esfuerzos en la lucha contra el cáncer de mama, Kershenovich Sefchovich dio a conocer que la incidencia de este tipo de tumor es de 27.64 afectados por cada 100 mil habitantes.

Por su parte, Villegas acotó que en el caso específico de las mujeres la incidencia en el país es de alrededor de 40 enfermas por cada 100 mil mayores a 25 años de edad, mientras en Estados Unidos es de más del doble. No obstante lo anterior, la mortalidad entre ambos naciones es muy similar, pues es de entre 17 o 18 mujeres por cada 100 mil, aseguró.

El especialista expuso que esto se debe en gran parte a que las mastografías de detección en México son prácticamente esfuerzos aislados. Añadió que otro problema es la atención que se la da a la enfermedad, ya que tarda alrededor de siete meses. Los primeros dos meses los podemos atribuir al paciente, que no acude a pesar de que se toca algo, y los siguientes cinco meses es por el sistema de salud a todos los niveles.

En tanto, el subdirector de Inmegen recordó que entre los factores de riesgo para padecer cáncer de mama se encuentran la edad, antecedentes de este padecimiento en la familia, no haber tenido hijas o hijos biológicos, inicio de la menstruación a edad temprana, primer embarazo después de los 30 años, haber padecido cáncer de matriz o de ovario, menopausia después de los 55 años, terapia de remplazo hormonal prolongado, obesidad, así como el consumo de tabaco, alcohol y grasas saturadas, sedentarismo y uso excesivo de anticonceptivos orales.

Mencionó que los síntomas son el engrosamiento de la piel, secreción del pezón, úlceras, piel de naranja, costras en el pezón, cambio de forma, irritación, crecimiento de venas, hundimiento y protuberancia.

Además, destacó la importancia de la intervención de genetistas en la detección de esta neoplasia maligna, ya que, en coordinación con el especialista en oncología, pueden desarrollar estrategias de prevención y brindar asesoría genética para la toma de decisiones en personas con riesgo de desarrollar la enfermedad.

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