Cientos de personas del país y varias extranjeras, muchas caracterizadas para la ocasión, visitaron y disfrutaron ayer del Festival Universitario de Día de Muertos Megaofrenda UNAM 2024, México visto a través de la lente.

En su versión 27, este año las ofrendas recuerdan a quienes han dejado huella en el cine mexicano, tanto actrices y actores, directores y escritores, como productores y guionistas.

En un ambiente en el que predominan los colores naranja, amarillo y morado, los rostros de recordados e icónicos histriones del cine nacional se observaron por doquier: Pedro Infante, Sara García, Mario Moreno Cantinflas, María Félix, Dolores del Río, Jorge Negrete y otros.

En la explanada del Museo de las Ciencias Universum se instalaron 71 ofrendas realizadas por estudiantes de diversas instancias académicas, dependencias universitarias, planteles del bachillerato, escuelas incorporadas y algunas escuelas privadas. Alumnos que participaron en su elaboración y montaje explicaron a los visitantes cada ofrenda y destacaron la importancia de mantener vivas tradiciones como la del Día de Muertos.

En la muestra de aquellos actores y actrices que ya no están entre nosotros, y que hicieron que el cine nacional fuera reconocido a escala internacional, visitantes rememoraron las diversas épocas del cine mexicano, desde la Época de Oro, hasta el de ficheras y los filmes de luchadores como El Santo y Blue Demon. Esteban expuso a La Jornada que la lucha libre es sin duda un referente de la identidad de México, por lo que las películas de luchadores son un clásico del cine nacional.

Ricardo Núñez, estudiante de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó a este medio que ahora su escuela hizo un homenaje a tres películas mexicanas: Macario, El milusos y Nosotros los pobres.

Como futuros trabajadores sociales, nos centramos en el cambio en la sociedad desde la perspectiva social, económica y de género. Estas tres películas enfatizan de forma precisa la división de clases sociales entre ricos y pobres, y la brecha que existe entre quien viene del pueblo y quien lo hace de la ciudad, entre otros factores. Por eso rendimos homenaje a estas cintas.

El material de las ofrendas es 100 por ciento reciclado: papel periódico, crepé, maché y cajas de cartón y de zapatos, destaca el alumno de tercer semestre de trabajo social.

Visitantes estadunidenses, franceses, ingleses, coreanos y de países latinoamericanos coincidieron en que ésta es una enorme tradición.

Charlotte expresó sentirse maravillada con las coloridas ofrendas, mientras una de las estudiantes le explicaba la obra titulada Los 41 maricones encontrados en un baile de la calle la Paz el 20 de noviembre de 1901, tema sobre el cual se realizó un filme.

La Facultad de Contaduría y Administración rindió tributo al cine de ficheras, que tuvo su auge entre los años 70 y 80.

Frente a una ofrenda en la que se observaba un barrio con multitud de viviendas de clase obrera y en el centro el cabaret Waikikí, entre gran cantidad de pétalos de cempasúchil, Alejandra Méndez, alumna de la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM precisó que eligieron ese tema porque “todos se van a ir por lo bonito, por la Época de Oro del cine mexicano, y por todo lo que es presumible; entonces, pensamos en buscar otro enfoque, en que fuera algo diferente, que también representara a México y qué mejor que el cine de ficheras.

La estudiante de quinto semestre añadió que “esta filmografía fue pionera en tocar muchos temas tabú, que en otros géneros no se habían abordado, por ejemplo, el deseo sexual de las mujeres. Ninguna película lo había retratado hasta que llegó el cine de ficheras”.

La Megaofrenda UNAM 2024 se puede visitar hasta mañana. Se da acceso a las 11 horas y se cierra a las 21. El Festival Universitario de Día de Muertos es de entrada gratuita.

Marco Antonio Pimentel, estudiante de la Facultad de Ingeniería, comenta el tema de la ofrenda de catrines y catrinas de actrices y directores de cine extranjeros que pusieron su granito de arena en la Época de Oro, como la estadunidense Juliet Barret, que dirigió Flame of México (1932). Fue la primera directora.

También destaca el catrín que recuerda al director español Luis Buñuel y su filme Los olvidados. De sus 32 películas, 21 se hicieron en México.

En la Megaofrenda también hay música y bailes típicos que interpretan catrinas y catrines vivientes.

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