Ciudad de México. Al retirar Donald Trump las contribuciones económicas de Estados Unidos a los conocimientos y políticas globales y locales contra del cambio climático, se ralentizarían las metas de desarrollo sustentable, los proyectos de bajo carbono y los planes de resiliencia a las nuevas condiciones ambientales del planeta en el futuro, aseguró Rodolfo Lacy Tamayo, consultor internacional de la Unesco.

Tras firmar Trump la salida del Acuerdo de París (2015), el especialista especificó en entrevista con La Jornada que las los recursos destinados por Washington a la Convención Marco Naciones Unidas para el Cambio Climático estarían en riesgo. Precisó que el monto sería alto porque forma parte del 25 por ciento de los recursos destinados a las estancias de la Organización de Naciones Unidas, a través de las Asistencias Oficiales de Desarrollo.

Si bien este retiro es tardado por tratarse de un proceso legal, explicó que el nuevo gobierno estadunidense ya podría detener las aportaciones, además de tomar otras medidas. “Lo que hizo Trump hace ocho años, durante su primer mandato (2017-2021), fue detener este proceso, y sucederá lo mismo en su segunda presidencia”, señaló previo a celebrarse el Día Mundial de la Educación Ambiental.

Apunto que estas serían los puntos que afectarían a la nación norteamericana a corto plazo a nivel global e internacional en materia económica, política y administrativa.

Indicó que el republicano buscará también alejarse del Nuevo Pacto Verde que se desarrolla en territorio estadunidense debido a las transiciones hacia una energía más limpia, la eliminación gradual de los hidrocarburos, el empoderamiento de las comunidades en todo el país y la creación de nuevos empleos.

Con el desmantelamiento de las iniciativas climáticas aplicado por el líder republicano, Lacy Tamayo expuso que también pausará las medidas impulsadas por el ex presidente Joe Biden (2021-2025) para la descarbonización de la industria estadunidenses, con la finalidad de cumplir la meta de cero emisiones de carbono en 2050, cuando el país es uno de los principales productores y consumidores de energías fósiles.

Expuso que el desarrollo del plan de gobierno del magnate influiría en otros sectores del país, como en la industria automotriz, que desarrollaría autos grandes de combustión interna que sólo serían utilizados por una persona. Por ello, defendió que el gobierno de México impulse planes sustentables al impulsar la producción nacional de los autos eléctricos, como el proyecto Olina.

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