El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, defendió este jueves su decreto de ley marcial, al cual calificó como un acto de gobierno, y refutó las acusaciones de rebelión en una declaración en la que indicó que no tiene intención de dimitir y rechazó los intentos de someterlo a juicio político y las investigaciones sobre la medida adoptada la semana pasada.

La declaración televisada de Yoon se produjo horas antes de que el principal partido de oposición, el Partido Democrático, presente una nueva moción para abrir juicio político a Suk Yeol. El partido de la oposición planea someter la moción a votación el sábado.

Su anterior intento de someter a Yoon a juicio político fracasó el sábado pasado, cuando los legisladores del partido gobernante boicotearon la votación en la Asamblea Nacional.

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