Washington y Nueva York. Los donantes y algunos estrategas del ex presidente Donald Trump lo instan a enfocarse más en las diferencias políticas con su contrincante demócrata, Kamala Harris, y menos en ataques personales en los que acusa a la vicepresidenta de ser izquierdista radical, socialista, loca y tener baja inteligencia.

Mientras Trump y Harris se preparan para su primer, y tal vez único, debate en vivo por televisión este martes, el ex presidente parece tener la intención de continuar su ataque contra la demócrata, a quien se dirige como una liberal peligrosa, fracasada y débil, entre los adjetivos más amables que ha estado haciendo. Romperé el control de los marxistas sobre nuestro sistema de justicia y pondré fin a la guerra de Kamala contra la policía, declaró Trump ante una asociación policiaca el viernes pasado.

Nuevos sondeos dados a conocer el domingo confirman que Trump y Harris están en empate técnico; las próximas semanas serán claves para determinar el ganador de las elecciones presidenciales, el 5 de noviembre.

Ante las presiones de los donantes y de otros expertos que imploran desde agosto que cambie su enfoque y deje los ataques personales, Trump pareció hartarse y les respondió: soy quien soy y sostuvo que no deseaba ser más amable. Pero las evaluaciones de la actuación en público del magnate desde que Harris entró en la contienda no han sido positivas. Los altos asesores de Trump están desconcertados después del peor mes de la campaña en 2024, fue el encabezado de The Guardian el mes pasado, y en la última semana la publicación política Axios publicó en una cabeza: Trump tropieza y Político escribió: Boca grande golpea de nuevo.

Estos titulares han provocado filtraciones sugiriendo que Trump podría cambiar a su equipo de campaña, aunque sus asesores aseguran que el candidato no tiene planes para ello; todo esto, alimenta la especulación, por primera vez, de alarma y divisiones dentro de la campaña republicana.

Hasta ahora, Harris ha rehusado responder a los ataques personales de Trump, comentando en entrevistas que es el mismo viejo plan de juego del republicano, sin decir más. Pero en el debate de hoy, ella enfrentará su mayor reto al intentar mantener la calma y evitar caer en las provocaciones que se esperan de su contrincante.

Trump tiene instintos políticos agudos y su campaña electoral de 2016 tuvo éxito precisamente por no atender las estrategias políticas convencionales. Todos en este país conocen todo lo negativo sobre él, comentó un estratega electoral demócrata en entrevista con Politico. Saben mucho menos sobre Harris. De hecho, una nueva encuesta nacional del New York Times/Siena College emitida el domingo, encontró que 30 por ciento de votantes no saben lo suficiente acerca de Harris, y 47 perciben a la demócrata como demasiado liberal, con sólo 32 por ciento que ven a Trump como demasiado conservador.

Lo que Trump claramente está haciendo es no necesariamente convencer a la gente de que voten por él, sino convencerlos de no votar por Harris y quedarse en casa, con la idea de que si puede suprimir la tasa de participación, él podria ganar los comicios. El ex presidente cuenta con una base firme de simpatizantes que votarán por él, a pesar de ser un criminal convicto, y de que la semana pasada arremetió de nuevo contra la mujer que lo acusó de abuso sexual, caso por el que ha sido declarado culpable, a pesar de sus cambios sin lógica de posiciones políticas, sus comentarios de que podría ser dictador por un día, y sus incesantes ataques personales contra todos los que se atrevan criticarlo.

Vale recordar que serán sólo unos cientos de miles de votantes en cinco a siete estados claves que probablemente determinarán el resultado nacional de esta elección. Hasta ahora, Harris ha logrado escaparse de la obligación de presentar propuestas políticas específicas, y algunas de ellas a veces suenan mucho a propuestas promovidas primero por el propio Trump.

Los giros sobre migración

Donde es más notable el giro de Harris hacia las posiciones del ex presidente es en torno a la migración y el control de la frontera. De hecho, una nueva publicidad de televisión de la campaña de Harris empieza con la declaración que como fiscal de un estado fronterizo, ella enfrentó a los cárteles de droga y encarceló a pandilleros por traficar armas y estupefacientes a través de la frontera. La imagen detrás de ese mensaje es el mismo muro fronterizo que Trump construyó durante su tiempo en la Casa Blanca.

El cambio de tono es en parte resultado del incremento dramático en el flujo de migrantes a través de la frontera, pero no deja de sorprender. En su propia autobiografía, Harris escribió que un muro inútil en la frontera sureña sería nada más que un símbolo, un monumento en oposición no sólo a todo lo que yo valoro, sino a los valores fundamentales de este país. Un reportaje de CNN encontró por lo menos 50 instancias en las que Harris declaró que un muro fronterizo era una mala e inútil idea. Ahora es parte de su publicidad de campaña.

Cuando le preguntaron por sus giros de política en una larga entrevista con CNN, como el caso del fracking, entre otros, Harris argumentó que con experiencia, aprendió que prohibirlo ahora es innecesario. Rehusó admitir que había cometido un error, y en lugar de ello, afirmó que sus posiciones sobre algunos temas podrían haber cambiado, pero no sus valores. Un veterano observador de política en Estados Unidos resumió su actuación así: Harris me parecía una autómata. Dentro había un bot de inteligencia artificial que había acumulado la documentación sobre los temas y respondió a las preguntas con extractos de esos documentos. Harris no estaba presente más allá de ser la voz del bot.

Simpatizantes de Harris argumentan que esta evaluación es injusta, que Trump cambia de posiciones de un día para otro; el ejemplo más reciente fue sobre el aborto, pero a lo largo de los años ha sido casi acerca de cualquier tema. Pero el veterano observador responde a ese argumento diciendo que Trump se revela. Sé quien es y lo encuentro repugnante, pero decenas de millones de votantes están con él. Está lleno de mentiras y resentimiento, pero viene del corazón. Sabes que es el verdadero Trump quien está hablando, sus adoradores lo saben.

Concluye que Harris tendrá que revelarse y no sólo leer una lista de logros y promesas de buenas cosas en el futuro. Los votantes eligen a una persona para ser presidente, no a un bot animado por la inteligencia artificial dentro de un cuerpo humano.

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