La Habana. Cuba y Estados Unidos desarrollarán conversaciones en el prioritario tema migratorio el martes con la idea de lograr avances en temas concretos como entrega de visados, pero sin expectativas en los cambios políticos de la relación bilateral, informaron este lunes las autoridades de la isla.

La ronda es la cuarta desde que se reinició el mecanismo en 2022 y luego de una paralización a raíz del endurecimiento de medidas contra la nación caribeña por parte del ex presidente estadounidense Donald Trump (2017-2021).

El diálogo se realizará en esta ocasión en Washington, afirmó Johana Tablada, subdirectora del área de Estados Unidos de la Cancillería cubana, en una conferencia de prensa.

El encuentro estará encabezado por el vicecanciller Carlos Fernández de Cossío, por la parte cubana, y, por el lado estadunidense, por el secretario adjunto del Departamento de Estado, Eric Jacobstein.

Se producirá en el marco del bloqueo económico que ha provocado la mayor ola migratoria de cubanos a la nación norteamericana y una profunda crisis económica en la isla que empujó a cientos de miles a tratar de llegar a Estados Unidos y otros países.

Unos 424 mil cubanos fueron interceptados en el límite norte de México por los servicios de protección fronterizo estadunidense en los años fiscales 2022 y 2023 –de octubre a septiembre—, más unos 126 mil en los últimos seis meses, cifras que superan todos los éxodos de isleños, los popularmente llamados “Camarioca” (1965), “Mariel” (1980) o “Crisis de Balseros” (1994).

Tablada reconoció que no hay “expectativas” de cambios en las líneas de políticas migratorias, pero indicó que los aspectos técnicos y de cooperación concreta pueden mejorar.

“La vida ha demostrado que mantener la conversación es importante, que avanzar en el compromiso de los acuerdos que son mutuos es posible”, expresó Tablada.

No se esperan cambios en las sanciones contra La Habana, diseñadas para presionar al modelo de la isla y que suponen un estímulo a la migración, pero sí puede ahondar en cuestiones como la entrega de visas, una mayor apertura del consulado, el combate al tráfico de drogas o migrantes, indicó Tablada.

Como ejemplo, la funcionaria reconoció que el año pasado Washington había cumplido con la entrega de 20 mil visas anuales para emigrantes, como lo establecen los acuerdos firmados que son el sustento de las conversaciones. Pero esperaba que se volvieran a entregar las de visita o temporales –suspendidas por Trump— desde el consulado de La Habana y que regularizan los flujos. Igualmente que se elimine la discrecionalidad de a quién se devuelve y a quién no entre los interceptados en alta mar.

 

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