Sidney. Cuatro personas resultaron heridas, entre ellas un obispo, este lunes en un nuevo apuñalamiento ocurrido en Sídney, en una iglesia asiria, indicaron los servicios de emergencias australianos precisando que se trata de lesiones no letales.
El incidente se produjo dos días después de un ataque con cuchillo en un centro comercial de esa misma ciudad australiana, en el que murieron seis personas y fue abatido el atacante, un hombre de 40 que padecía problemas mentales.
Una transmisión en directo mostró el ataque de este lunes, que tuvo lugar por la tarde durante una misa en una iglesia asiria del oeste de la ciudad.
Los videos del incidente que circulan por Internet muestran al obispo de la iglesia, Mar Mari Emmanuel, de pie ante el altar y dirigiéndose a los fieles, mientras otro hombre vestido con un jersey negro se dirige hacia él y lo ataca.
Los miembros de la congregación, horrorizados, gritan mientras el hombre apuñala al sacerdote varias veces en el pecho, de acuerdo a las imágenes. La iglesia retransmitió los sermones en directo a través de sus redes sociales.
Se desconoce el motivo del ataque.
La iglesia dijo en un post de Facebook que Emmanuel y un sacerdote, el padre Isaac Royel, estaban entre los heridos.
La policía disparó gas pimienta mientras empujaba a la gente hacia las calles cercanas, según un periodista de Reuters. Más de 100 agentes tuvieron que intervenir para hacer frente a los disturbios, y dos de ellos fueron hospitalizados por heridas.
Los servicios de ambulancias indicaron a Afp que cuatro hombres de entre 20 y 70 años estaban siendo atendidos por los médicos.
“Los individuos heridos sufrieron lesiones que no amenazan su vida, y fueron tratados por paramédicos del servicio de ambulancias de Nueva Gales del Sur antes de ser llevados a un hospital”, indicaron.
Los mismos servicios señalaron que un hombre fue detenido y permanece en manos de la policía.
Según pudo verificar Afp, el video fue grabado en la iglesia de Cristo el Buen Pastor, en el barrio de Wakeley, en el oeste de Sídney.
El barrio alberga a la pequeña comunidad cristiana asiria, conformada en buena medida por personas que huyeron de la persecución y la guerra en Irak y Siria.
