Ciudad de México. Cada Pumas-Cruz Azul es un derroche de color, ruido y energía. Tiene un significado superior al de otros partidos de menor cartel, porque sus consecuencias dejan huella en el devenir de cualquier equipo, mucho más en una liguilla. La Máquina dio hoy un paso firme hacia las semifinales: ganó 2-0 en la ida de los cuartos de final de la Liga Mx y dejó a los de la UNAM casi al borde del precipicio en el estadio Olímpico Universitario.

En medio de una contingencia ambiental atmosférica por ozono, todo el despliegue de fuegos artificiales, juegos de luces y banderas del mismo color mostraron la esencia de esta clase de escenarios. “Se recomienda posponer los eventos al aire libre, deportivos, culturales o espectáculos masivos”, informó en un boletín la Comisión Ambiental de la Megalópolis, aunque muy pocos de los 40 mil 418 aficionados que se dieron cita se enteraron.

Ignacio Rivero marcó el 1-0 a los 26 minutos, en una jugada en la que el portero Julio González salió mal por la pelota, chocó con Adrián Aldrete y permitió el remate del uruguayo al primer poste, en medio de una perdida zaga universitaria.

Si la Ciudad de México marcó un récord de temperatura máxima al registrar 34.3 grados centígrados, el gol de Rivero fue para Pumas una enorme caja de hielos. Estaba por cumplirse la media hora del juego cuando La Rebel, principal grupo de animación de los auriazules, empezó a gritar con estruendo “¡Daaale, Puuumas, dale dale ooooh!”. El técnico Gustavo Lema lo escuchó al igual que sus dirigidos, pero La Máquina, que defendió sin enredos ni malas artes, volvió a hacer daño en el momento justo.

Esta vez lo que marcó diferencia fue el talento de Rodrigo Huescas, quien dejó atrás con su velocidad a por lo menos tres elementos universitarios y, justo en el borde de la media luna, retrasó la pelota para que Lorenzo Faravelli definiera el 2-0 de derecha (57). El mediocampista uruguayo tuvo la complicidad de un desvío del joven Jesús Andrés Rivas, con el que el portero González no pudo seguir la trayectoria de la pelota.

La Máquina pudo hacer del partido de ida una noche consagratoria en los minutos finales. Sin embargo, las fallas de Uriel Antuna, Ángel Sepúlveda y Nacho Rivero permitieron a los felinos seguir con vida en la eliminatoria, aunque obligados a ganar por más de dos goles el domingo en el estadio Ciudad de los Deportes.

“Hay que tener mucha mesura”: Anselmi

En medio de la alegría por el resultado, el técnico de Cruz Azul, Martín Anselmi, subrayó el riesgo que puede correr su equipo al suponer que la eliminatoria está resuelta antes de tiempo.

“Hay que tener mucha mesura. Pumas tiene jugadores de mucha calidad”, señaló en conferencia de prensa. “Hay que estar en el presente. Si salimos a jugar un partido pensando en el reloj, en el futuro, vamos a hacer las cosas mal. El resultado no condiciona nada en ese sentido”.

Del otro lado, el timonel de Pumas, Gustavo Lema, consideró que la diferencia en el partido la marcaron los errores. A pesar de la obligación de ganar por tres goles en la vuelta, remarcó que sus jugadores no necesitan ningún mensaje extra de motivación para conseguirlo.

“Cometimos errores y los pagamos caro. Después, nos perdonó Cruz Azul. Estamos ahí, con todo el entusiasmo. Muy pronto tenemos la revancha, estamos con vida. Los jugadores tienen ganas, eso a mí me motiva. No hace falta levantarlos”, concluyó.

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