En 2025, el costo financiero de la deuda pública presupuestaria del país será de un billón 388 mil 373.6 millones de pesos, un aumento de 5.4 por ciento real anual respecto a 2024, según los datos del paquete económico para el próximo año propuesto por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Como proporción del producto interno bruto (PIB), el costo financiero de la deuda compuesto por intereses y comisiones será de 3.8 por ciento, y aunque el nivel es constante respecto a 2024, cuando fue de 3.7 por ciento, es el más alto desde el año 2000.

El gasto por comisiones e intereses que ejercerá el gobierno por el total de su deuda se acerca a la erogación propuesta para el desarrollo económico en 2025, que es de un billón 497 mil 456.5 millones de pesos y supera los recursos que se busca destinar a la educación, de un billón 32 mil 464.6 millones de pesos.

El gobierno toma deuda para cubrir su gasto de operación y de inversión, así como el pago de pensiones y jubilaciones. Para 2025, la deuda pública será equivalente al 51.4 por ciento del PIB.

Del total de recursos para cubrir el costo financiero, 82.8 por ciento se destinará a los intereses, comisiones y gastos que genere la deuda pública (Ramo 24), 13.4 por ciento al costo financiero de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y 3.8 por ciento a las erogaciones para los programas de apoyo a ahorradores y deudores de la banca (Ramo 34).

En cuanto al Ramo 24, el costo financiero de la deuda interna será de 978 mil 678.4 millones de pesos, un aumento de 7.5 por ciento real respecto a 2024 y representa 2.7 por ciento del PIB.

En tanto, el costo de la externa será de 170 mil 873.2 millones de pesos (0.5 por ciento del PIB), lo que significa un aumento de 9.3 por ciento en comparación con 2024.

A su vez, la deuda del Ramo 34, que corresponde al programa de apoyo a ahorradores y deudores de la banca, tendrá un costo financiero de 52 mil 451.9 millones de pesos (0.2 por ciento del PIB), una disminución de 19.5 por ciento real respecto a 2024.

Raúl Feliz, académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), comentó que el actual costo financiero muestra una combinación de deuda acumulada, decisiones del pasado y de la política monetaria que se requiere para 2025, lo que va a mantener todavía tasas de interés elevadas.

No podemos hacer nada al respecto, porque si pidiéramos que el Banco de México mantuviera las tasas bajas, lo pagaríamos indirectamente con mayor inflación; eventualmente las tasas de interés volverán a niveles normales, pero eso no va a ocurrir en 2025, comentó en entrevista.

No tenemos una deuda insostenible o excesivamente alta, lo que sucede es que aparte de la deuda, tenemos el problema de las tasas reales del banco central. Cuando la tasa real sea de 3 por ciento, el costo de la deuda va a bajar a 2.8 o 2.9 por ciento, explicó.

El jueves pasado, la junta de gobierno del Banco de México aplicó un tercer recorte consecutivo, esta vez de un cuarto de punto en la tasa de interés, que quedó en 10.25 por ciento.

Feliz expuso que el costo de la deuda será equivalente a 3.8 por ciento del PIB como reflejo del ciclo de altas tasas de interés, lo que representa un costo para las finanzas públicas. Si bien la tasa va a bajar, va a haber más deuda porque hay que financiar aquella que se emitió en 2024. Vamos a tener una tasa menor, aunque todavía elevada, y vamos a tener más deuda, concluyó.

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