Ankara. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que cree en la justicia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) que tramita la demanda de Sudáfrica contra Israel por presunto genocidio en la Franja de Gaza.
La CIJ celebra los días 11 y 12 de enero audiencias sobre la demanda de Sudáfrica contra Israel, acusado de violar la Convención contra el Genocidio en la Franja de Gaza. La parte israelí comparece en el juicio este viernes. Israel participa en el proceso, aunque no reconoce la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia de la ONU y hasta ahora ha ignorado sus procedimientos o decisiones.
“Todos los documentos que presentamos se tramitan en La Haya. Seguiremos proporcionando cada vez más ayuda a estas regiones. Los documentos y las imágenes que entregamos condenarán a Israel allí. Esperamos que así sea. Creemos en la justicia de La Haya”, declaró el dirigente turco a la prensa este viernes.
El pasado 29 de diciembre, la CIJ, el principal órgano judicial de la ONU, comunicó que Sudáfrica impuso ante el tribunal una demanda por genocidio contra Israel, debido a la situación en la Franja de Gaza.
Según la demanda del país sudafricano, las acciones e inacciones de Israel son un “genocidio, ya que se cometen con la intención específica (…) de eliminar a los palestinos de la Franja de Gaza”.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, Lior Haiat, criticó la demanda, afirmando que esta carece de base fáctica y jurídica, y aseguró que su país está comprometido con el derecho internacional y actúa de conformidad con él.
Varios países, entre ellos Turquía, Malasia, Venezuela, Brasil e Irán, apoyaron la demanda de Sudáfrica contra Israel, mientras que el Departamento de EEUU declaró que no ve señales de genocidio en la Franja de Gaza.
El pasado 7 de octubre, movimiento palestino Hamás atacó Israel desde la Franja de Gaza, causando unos 1.200 muertos y cerca de 5.500 heridos y capturando a unos 240 rehenes.
En represalia, Israel declaró la guerra a Hamás e inició ataques masivos contra las instalaciones civiles y otras en Gaza, al tiempo que imponía un bloqueo total al enclave palestino, cortando el suministro de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible. El 27 de octubre, Israel lanzó una incursión terrestre a gran escala en la Franja de Gaza.
La campaña de bombardeos dejó hasta la fecha más de 23.000 muertos y más de 59.000 heridos en el enclave palestino.
Del 24 de noviembre al 1 de diciembre, durante una tregua humanitaria pactada con la mediación conjunta de Catar, Egipto y Estados Unidos, se canjearon 80 rehenes israelíes de Hamás, en su mayoría mujeres y niños, por 240 presos palestinos sin delitos de sangre. Además, las milicias palestinas liberaron a casi 30 cautivos más, en su mayoría tailandeses residentes en Israel. Unos 130 rehenes todavía permanecen cautivos en Gaza.
Al expirar la tregua, las operaciones bélicas se reanudaron y el flujo de ayuda humanitaria que llega al sur del enclave palestino desde Egipto se redujo nuevamente a una quinta parte de lo que Gaza recibía antes de esa guerra, según la ONU.
Rusia y otros países instan a Israel y Hamás a pactar un alto el fuego y abogan por una solución de dos Estados, aprobada por la ONU en 1947, como la única vía posible para lograr una paz duradera en la región.