Beirut. El presidente de Siria, Bashar al Assad, denunció ayer un intento de redibujar el mapa de Medio Oriente, tras la ofensiva relámpago de grupos rebeldes que consiguieron arrebatar amplias zonas del norte del país a las fuerzas gubernamentales para atender los intereses y objetivos de Estados Unidos y otras potencias occidentales.

Al Assad advirtió en una llamada con su homólogo iraní, Masud Pezeshkian, que esta escalada terrorista trasciende a Siria y busca fragmentar toda la zona, si bien insistió en el compromiso de su gobierno para eliminar el terrorismo en el país, según un comunicado de la presidencia.

El mandatario de Irán coincidió en que los intentos de dañar la unidad de Siria suponen un golpe para la estabilidad de toda la zona, fruto de un plan que Pezeshkian atribuye a Israel y Estados Unidos. Por este motivo, reafirmó el apoyo de Teherán a los esfuerzos del régimen de Al Assad para contener potenciales amenazas.

En ese contexto, Rusia e Irán subrayaron su apoyo incondicional al presidente Al Assad, en una llamada telefónica efectuada entre los mandatarios de ambos países. Mientras, Turquía expresó que seguirá apoyando la integridad territorial de Siria, como lo ha hecho siempre, declaró ayer el ministro de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan.

El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, se mostró alarmado por la reciente escalada de violencia en el noroeste de Siria e instó al cese inmediato de las hostilidades, cuando los enfrentamientos han dejado más de 50 mil desplazados, de acuerdo con el organismo mundial.

Estados Unidos exhortó a todos los países a trabajar por una desescalada, mientras la Unión Europea condenó los bombardeos rusos contra zonas densamente pobladas en Siria.

La ofensiva de rebeldes y yihadistas, encabezada por el grupo pro turco Hayat Tahrir Sham (HTS), ha derivado en combates principalmente en la región de Alepo. Damasco ha respondido apoyándose en países aliados e incluso la Defensa siria confirmó la implicación de fuerzas rusas en las ofensivas.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres, confirmó intensos bombardeos de Siria y Rusia contra zonas controladas por los rebeldes en Idlib, Alepo y Hama, y afirmó que los aviones de combate sirios habrían vuelto al uso de barriles bomba, como hicieron en etapas previas de la guerra.

El Observatorio elevó a cerca de 450 los muertos desde el inicio de la ofensiva, 57 de ellos civiles. Según el ministerio sirio de Defensa, más de 400 terroristas fueron eliminados en las últimas 24 horas.

El ejército sirio repelió un ataque en el norte de la provincia de Hama y recuperó el control de varios asentamientos, informó la agencia siria Sana, al tiempo que milicias respaldadas por Irán entraron en Siria desde Irak y se dirigieron al norte para reforzar a las fuerzas del ejército que luchan contra los rebeldes, reportaron dos fuentes militares.

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