Nadie lo esperaba, pero así es el boxeo. Un rayo fulminante cae y consume cualquier certidumbre. Anoche, la estrella local Jaime Munguía fue noqueado en seis asaltos por el inesperado francés Bruno Brunello Surace, quien le asestó un gancho violento que desmadejó al tijuanense en la velada realizada en el estadio Caliente en Tijuana.

Nadie podía creerlo, pero el joven tijuanense cayó fulminado por un peleador desconocido, invicto en 27 combates, pero que nunca había peleado fuera de Francia ni había enfrentado adversarios de prestigio. Un rival que nunca ha sido campeón mundial y, sobre todo, no peleaba desde hace un año por razones desconocidas.

Munguía, en cambio, es un boxeador que desde novato llamó la atención por su fuerza y habilidades. Fue campeón superwélter de la Organización Mundial de Boxeo y ha vencido a adversarios como Liam Smith, Sergiy Derevyanchenko y la única derrota que había sufrido en el camino era ante Saúl Canelo Álvarez. Hasta anoche.

Munguía parecía que tendría una noche tranquila ante el anónimo peleador galo. Sobre todo en el segundo asalto, cuando el tijuanense lo mandó a la lona con una zurda violenta que parecía dejarlo fuera de combate. Pero Brunello se recuperó y un minuto después estaba entero para terminar el round de pie y repleto de fuerza.

Pese a al asedio constante del tijuanense, Surace mandó algunas advertencias a Munguía que lo estremecieron. Salvo la caída en el segundo round, el francés demostró que podía sorprender en cualquier momento.

Así lo hizo, después de recibir una combinación que resistió con valor, abrió la guardia de Munguía y con una derecha descomunal mandó de espaldas y en muy malas condiciones al héroe local. No pudo seguir más, Munguía cumplió una máxima del boxeo: el rival más modesto y desconocido puede noquear a un favorito.

Antes de esa pelea, David Rey Picasso tuvo una noche esplendorosa en la que noqueó al colombiano Yehison Cuello en tres episodios en pelea previa a la estelar.

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