Santiago. Los gobiernos de Chile y Bolivia suscribieron un acuerdo de cooperación sobre retorno o reingreso de migrantes irregulares, una negociación que viabiliza comenzar a resolver un asunto crítico para las autoridades chilenas, pues hasta ahora Bolivia no permitía la reconducción hacia su territorio de personas de terceros países.

Ambos Estados suscribieron también convenios orientados a combatir el contrabando y regular el tránsito de habitantes en zonas limítrofes.

Chile y Bolivia comparten una frontera de 860 kilómetros de extensión en el altiplano, que ha sido profusamente utilizada para el ingreso ilegal de migrantes por pasos no habilitados, así como para el trasiego clandestino de mercancías.

La suscripción del pacto, definido como histórico, ocurrió el viernes 20 en el Palacio de La Moneda, sede del gobierno, a cargo de la ministra del Interior, Carolina Tohá, y el ministro de Gobierno boliviano, Eduardo del Castillo, de cuya presencia en la capital chilena solo se tuvo conocimiento en el momento previo al anuncio de la firma.

Las tratativas entre ambos países, que no tienen relaciones diplomáticas a nivel de embajadores desde 1978, se intensificaron con total discreción a partir de septiembre, incluyendo asuntos de seguridad en un inédito esfuerzo de cooperación bilateral, considerando que el vínculo entre ambas naciones está marcado por la demanda boliviana de acceso soberano al Océano Pacífico, el cual perdió en una guerra hacia fines del siglo 19 y al cual no ha renunciado jamás.

El pacto aplica tanto a ciudadanos chilenos y bolivianos como a migrantes de terceros países y establece que ambos países aceptarán el retorno de sus nacionales y de migrantes provenientes de otras naciones detectados en situación irregular.

De acuerdo a lo informado, si la policía de Carabineros o el Ejército encuentra a un ciudadano boliviano o de un tercer país dentro de la zona de 10 km desde la frontera hacia el interior del territorio chileno, esa persona será entregada a la policía boliviana, previo registro biométrico.

En los últimos ocho años, Chile ha recibido una oleada de inmigrantes principalmente de Venezuela (530 mil) y de Colombia (190 mil), de los cuales se estima que unos 300 mil residen irregularmente; recientemente el gobierno anunció que considera normalizar la estadía de unos 182 mil que hasta 2023 aceptaron empadronarse voluntariamente.

Desde que a inicios de 2023, Chile militarizó sectores de la frontera, los ingresos irregulares han bajado en 37% respecto de 2023 y 49% respecto de 2021.

De acuerdo a cierta prensa local, que cita fuentes de la oposición, Bolivia se allanó a suscribir este acuerdo, al cual había sido muy reticente, a cambio de que Chile le brinde más facilidades para el rápido abastecimiento de petróleo y combustibles desde el puerto de Arica, que es trasegado en camiones y ductos por el altiplano.

El gobierno del presidente Luis Arce está enfrentando una severa escases de hidrocarburos a tal nivel que por momentos a semiparalizado al país, entre otras explicaciones porque en ocasiones las fuertes mareas y el oleaje impiden la descarga oportuna desde los tanqueros, retrasando su bombeo o acarreo a Bolivia.

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