Ciudad de México. Gonzalo Mendoza es campesino, originario de Ecuandureo, Michoacán. Tiene cinco hijos, el cuarto de ellos es Gonzalo, de 15 años, quien nació con un problema en el corazón. Durante mucho tiempo se atendió en Guadalajara de un supuesto soplo, pero el niño no estaba bien. Se me cansaba y se me ponía moradito de la boca, comentó el papá. A mediados de 2023 llegaron al Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez (INCICh), donde después de algunas consultas y diversos estudios, el menor entró al programa de trasplantes.

Es el tercer caso pediátrico atendido en el INCICh, institución que cuenta con un protocolo formal y un equipo multidisciplinario consolidado desde hace tres años. En este lapso se han realizado 15 cirugías sustitutivas de corazón en adultos.

Ahora, dice Francisco Baranda, subdirector de Especialidades Médico Quirúrgicas del instituto, estamos listos para recibir a los niños que requieran un corazón nuevo.

Varios factores se conjuntaron para emprender esta tarea. El primero fue integrar el equipo de ocho médicos especialistas en diferentes áreas de la cardiología y los trasplantes, quienes diseñaron el protocolo de atención integral y el seguimiento de los pacientes a largo plazo.

El objetivo es asegurar su sobrevida y que luego de 10 a 15 años, de ser necesario, tengan la posibilidad de un nuevo trasplante, como de manera rutinaria se hace en países europeos.

También ha sido importante el avance de la ciencia para contar con un arsenal terapéutico de alta eficacia que incluye los medicamentos inmunosupresores para evitar el rechazo del órgano.

En el INCICh, otro factor fundamental ha sido la gratuidad de la atención y los fármacos. El entrenamiento de los especialistas en España e Inglaterra sobre las mejores técnicas y experiencias en trasplantes se potencia ahora que tienen la posibilidad de ofrecerlo a las personas de los sectores sociales más desfavorecidos, las que hasta hace poco no tenían ninguna posibilidad de acceso a servicios médicos de alta especialidad, como la familia de Gonzalo.

El papá es campesino. Trabajo para mantener y cuidar a mis criaturas porque me quedé viudo. Su esposa murió de cáncer de mama hace dos años. Desde noviembre no ha podido trabajar porque está con su hijo en el hospital, pero cuando estoy allá, me gano 300 pesos al día.

Antonio Jordán Ríos, cardiólogo clínico, ecocardiografista y especialista en insuficiencia cardiaca y trasplantes señaló que en México hay más de 60 millones de habitantes sin seguridad social. A ese sector lo atendemos aquí (en el INCICh) y es injusto que por falta de dinero no tengan un tratamiento de salvamento como el trasplante de corazón.

Francisco Baranda refirió, con base en indicadores internacionales, que la infraestructura de salud en el país para atender a quienes tienen alguna falla o insuficiencia cardíaca no es ni del 10 por ciento de lo que se necesita. Es un asunto que hasta ahora se ha subestimado, pero representa un grave problema de salud, advirtió el especialista.

Respecto de los niños, la doctora Gabriela Pereira López, coordinadora de Trasplante Cardiaco Pediátrico en el INCICh, explicó que la técnica quirúrgica es igual a la que se utiliza con los adultos. Se puede realizar desde recién nacidos, pero en el hospital vamos con cautela y se han enfocado en los niños mayores de 8 años de edad.

De las malformaciones congénitas, las de corazón son las más frecuentes. Uno de cada 100 recién nacidos tendrán este padecimiento. Es muy frecuente y se ve en el instituto, donde a diario se brindan 30 consultas pediátricas y llegan de dos a cinco nuevos pacientes para ingreso al hospital. Los médicos tienen identificados a tres posibles candidatos para trasplante.

Si bien existen cardiopatías complejas que se pueden corregir con una cirugía, en algunos casos esto es insuficiente, como fue con Gonzalo, quien tenía una malformación en la válvula tricúspide, explicó Pereira.

Esta es una de las cuatro válvulas que controlan el flujo de sangre a través del corazón. La de Gonzalo no hacía su función y toda la sangre se regresaba. El niño también presentaba un estrechamiento (estenosis) de la válvula pulmonar, lo que obstruía el flujo sanguíneo.

Estas deficiencias provocaron que Gonzalo no tuviera un crecimiento normal y con el paso del tiempo el corazón dejó de funcionar. Llegó al INCICh con una falla cardiaca severa y tras algunos meses de tratamiento, los especialistas decidieron incluirlo en el programa de trasplantes.

Un joven del estado de México con muerte cerebral fue el donador. Una parte del equipo médico se trasladó a Toluca para obtener el órgano y traerlo a la Ciudad de México. Llegaron cerca de la medianoche del 28 de diciembre y alrededor de las 4 de la madrugada del día siguiente los especialistas concluyeron el trasplante.

Gonzalo está en recuperación en un cuarto aislado. Desde su cama levanta la mano para responder el saludo de quienes lo ven a través de la ventana. La doctora Pereira prevé que hoy podrá ser dado de alta y regresar a su casa.

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