El Canal de Panamá, situado entre el mar Caribe y el océano Pacífico, atraviesa el punto más estrecho del Istmo de Panamá. Este canal ha sido el motor que ha impulsado a ese país hasta convertirse en una de las economías más dinámicas de América Latina, gracias a que a que por sus aguas transita el 5 por ciento del comercio internacional, con dos poderosos clientes principales: Estados Unidos y China.
Este 31 de diciembre se cumplen 25 años de que, en pleno fin del milenio pasado, Estados Unidos, que construyó el canal y lo inauguró en 1914, lo transfirió a Panamá en una ceremonia a la que acudieron mandatarios de todo el mundo, testigos de cómo bajaba la bandera estadunidense para izar la panameña.
Mientras los sectores conservadores de EU se resistían a ceder esta jurisdicción que el país había ejercido por casi un siglo, la entonces presidenta panameña, Mireya Moscoso, declaraba que “Panamá finalmente alcanza la plenitud de un Estado soberano”.
Desde entonces, señala en un análisis el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Panamá ha experimentado un crecimiento económico notable en comparación con otras naciones de América Latino, dinamismo que se debe en gran medida a la presencia del Canal de Panamá y a las contribuciones que este ha aportado al gobierno panameño.
Según el documento “Contribución Económica de Canal de Panamá y su sensibilidad a los choques internos y externos”, esta vía marítima contribuye con un 7.7 por ciento al PIB anual del país latinoamericano, representando 15.9 por ciento de sus exportaciones totales anuales. Asimismo, representa aproximadamente en 23 por ciento de los ingresos anuales del gobierno siendo una de las principales fuentes de recursos.
En esta línea, de acuerdo con el más reciente Informe Anual de la Autoridad del Canal de Panamá, el aporte directo de esta infraestructura al PIB en 2023 fue de sólo 3.1 por ciento como consecuencia de la fuerte sequía que se vivió en ese año, lo que disminuyó el nivel de las aguas y redujo el flujo de embarcaciones. No obstante, señala la Universidad Interamericana de Panamá, que sin tener en cuenta los percances de la sequía, el aporte del canal al PIB panameño oscila anualmente entre 6 y 8 por ciento.
De acuerdo con dicho informe, el Canal de Panamá obtuvo ingresos por 4 mil 986 millones de dólares en el año fiscal 2024, un 1 por ciento más que el ejercicio anterior, y entregó al fisco un aporte 2 mil 470.7 millones de dólares, esto pese a que la sequía contrajo en un 21 por ciento el tránsito de buques.
Según datos oficiales, cada año por el Canal de Panamá pasa el 5 por ciento del comercio marítimo internacional, dada su conexión entre el Océano Pacífico con el Atlántico. Estados Unidos, con el 74 por ciento de la carga, y China, con el 21 por ciento, son sus principales usuarios. Además, el 52 por ciento de los buques que cruzan esta ruta comercial tienen puertos de Estados Unidos como origen o destino.
En las últimas semanas, el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha insinuado que quiere recuperar el control de esta vía marítima debido a que las tasas que pagan las embarcaciones estadounidenses le parecen “ridículas”. El republicano ha señalado que “esta completa estafa a nuestro país cesará inmediatamente”, a tiempo de acusar a China de operar de manera ilegal dicho canal, lo cual ha negado públicamente el gobierno panameño.