Chimalhuacán, Méx. El Carnaval de Chimalhuacán busca recuperar su valor cultural y despolitizarlo, para que ahora sean sus 127 años de antigüedad lo que respalda esta festividad donde actualmente participan más de un millar de danzantes agrupados en 113 comparsas.
Su duración de tres meses, le convierte en el más largo por encima de las celebraciones que se efectúan en localidades como San Salvador Atenco, Texcoco, Chiconcuac, Chicoloapan y La Paz y en alcaldías capitalinas de Xochimilco, Tláhuac, Iztacalco e Iztapalapa.
Se estima que es este es el carnaval más duradero en el país incluso el más extenso a nivel mundial, por encima del carnaval de Uruguay el cual dura menos de tres meses.
La alcaldesa Xóchitl Flores Jiménez lamentó que, durante años, los Carnavaleros de Chimalhuacán fueron excluidos de la toma de decisiones en la participación de eventos nacionales e internacionales; excluyéndose, a la mayoría, de eventos o de exposiciones como la celebrada en el Museo Nacional de Antropología e Historia.
Ahora, son los poseedores de este bien cultural los gestores y las autoridades de los tres niveles de gobierno, coadyuvantes en las gestiones. En 2023, hicieron la solicitud a Récord Guiness como el número de mayores parejas bailando al mismo tiempo y en el mismo lugar; de igual manera, buscan ante la UNESCO el registro para que a este Carnaval le reconozcan como patrimonio cultural e inmaterial de la humanidad
“Lo importante es la inclusión, que se incluya a los participantes en la toma de decisiones”. En la organización de esta edición, participó más del 90 por ciento de las 113 comparsas de las cuales 93 están conformadas por adultos, 20 son infantiles y 48 andancias.
“Se está trabajando para recuperar el valor cultural y se deje el valor comercial. Las decisiones se toman en un Congreso donde se debate y se atiende en estos temas”, insistió la alcaldesa morenista quien adelantó que a la par ya están trabajando en el diseño de un reglamento para tener un marco legal y mantener orden y respeto durante los tres meses de fiesta.
A partir del domingo dos de febrero y durante los próximos tres meses la gente podrá visualizar los bailes amenizados por música de orquesta y el trabajo de los artesanos bordadores y el de los mascareros quienes plasman la historia (de los canteros y laguneros de Chimalhuacán) a través de los trajes.
En esta ocasión, participarán alrededor de mil charros y charras y 196 músicos de las diferentes orquestas y en el recorrido inaugural de ocho kilómetros, se espera la visita de alrededor de 40 mil personas provenientes de todo el valle de México.
La derrama económica que genera el Carnaval se queda en Chimalhuacán, beneficia al comercio local y a los artesanos entre mascareros, músicos, danzantes y más de 40 bordadores quienes cada temporada confeccionan hasta diez trajes.
Los trajes de charro tienen un costo que va de los 70 mil a los cien mil pesos. La evolución del Carnaval de Chimalhuacán, está en los trajes de charro campirano que se comenzaron a usar aquí, con su botonadura de oro y plata; mientras tanto, el traje de las mujeres puede tener un costo de hasta 12 mil pesos.
Esta tradición cultural inició hace más de un siglo en el pueblo de Villa de San Agustín Atlapulco, desde entonces la celebran los pueblos nativos donde el danzar de los personajes está acompañado de música viva adaptada al ritmo de cuadrillas, virginias y pasos dobles.