Chernigov. Un bombardeo ruso dejó al menos 17 muertos y decenas de heridos este miércoles en Chernigov, una ciudad del norte de Ucrania, un ataque que, según el presidente Volodymir Zelensky, se podría haber evitado si hubiera recibido suficientes defensas antiaéreas.
“Según los últimos informes, 17 personas fallecieron, incluyendo dos que murieron en el hospital”, indicó el servicio ucraniano de situaciones de emergencias.
Además, hay más de 60 heridos, incluyendo tres niños, según la misma fuente.
El bombardeo dañó infraestructuras sociales, un centro de educación, un hospital y 16 edificios residenciales, según las autoridades ucranianas.
En imágenes oficiales se podían ver charcos de sangre. Olga Samoïlenko, una habitante, contó a AFP que se refugió con sus hijos en el corredor de su edificio cuando el primer misil estalló.
“Comenzamos a gritar para que todo el mundo se eche a tierra (…). Hubo otras dos explosiones”, contó esta mujer de 33 años.
Zelenski, que reitera su pedido de más ayuda a las potencias occidentales para hacer frente a la invasión rusa, afirmó que Ucrania no tuvo suficientes defensas antiaéreas para interceptar los misiles que golpearon Chernígov.
“Esto no hubiera ocurrido si Ucrania recibiera suficientes equipamientos de defensa antiaérea y si la determinación del mundo para resistir el terror de Rusia fuera suficiente”, se lamentó en Telegram.
La ciudad, ubicada en una región homónima fronteriza con Bielorrusia, estuvo bajo ocupación al inicio de la invasión rusa contra Ucrania en 2022, pero tras la retirada de las tropas de Moscú hace unos dos años no se han producido más combates.
Rusia bombardea Ucrania sin descanso con misiles y drones explosivos y ataca mayoritariamente la infraestructura energética de esta ex república soviética.
El alcalde de Chernígov, Oleksandr Lomako, informó a los medios estatales que el bombardeo golpeó una zona “muy poblada” de la ciudad y que impactó un edificio civil.
Chernígov, una de las ciudades más antiguas de Ucrania, fundada hace unos 1.000 años, está a 145 kilómetros al norte de la capital ucraniana y tenía una población de 285.000 habitantes antes de la guerra.
La localidad registró daños importantes cuando los tanques rusos avanzaron desde Bielorrusia para invadir Ucrania en febrero de 2022.