Deir Al-Balah. Al menos 27 personas fallecieron el jueves en un ataque israelí a una escuela convertida en refugio para palestinos desplazados por la guerra en Gaza, según funcionarios sanitarios locales. El ejército israelí dijo que había actuado contra insurgentes escondidos entre la población civil, sin ofrecer evidencias.

Israel sigue atacando lo que considera objetivos insurgentes en toda la Franja, aunque la atención recae ahora en su guerra contra Hezbollah en Líbano y en el aumento de las tensiones con Irán. El ejército israelí lanzó a principios de semana una operación terrestre y aérea contra Hamas en el norte de Gaza.

Por otra parte, la fuerza de paz de la ONU en el sur del Líbano dijo que un tanque israelí disparó contra su cuartel en el pueblo de Naqoura, alcanzando una torre de vigilancia e hiriendo a dos efectivos que fueron hospitalizados. El ataque provocó amplias condenas y llevó al Ministerio de Defensa de Italia a convocar al embajador israelí para expresar su protesta.

El ejército israelí dijo que está investigando.

La fuerza de la ONU dijo en un comunicado que su cuartel y otras posiciones “han sido atacadas repetidamente”. Añadió que el ejército disparó contra un búnker cercano donde efectivos del cuerpo de paz se estaban refugiando, dañando vehículos y un sistema de comunicación. Dijo que un dron israelí fue visto volando cerca de la entrada del búnker.

El hecho ocurrió mientras el ejército israelí seguía atacando puestos de Hezbollah en el Líbano y mientras ese grupo seguía disparando cohetes contra Israel, llevando a que suenen las sirenas antiaéreas en el norte del país.

El Ministerio de Salud del Líbano dijo que un bombardeo israelí el jueves mató a por lo menos cuatro personas e hirió a 17 en Karak, una aldea en el valle del Beká libanés. El ejército israelí no formuló comentarios.

Entretanto en Gaza el hospital Mártires de Al-Aqsa, a donde fueron trasladados los cuerpos, indicó que el incidente en la ciudad de Deir al-Balah, en el centro del sitiado enclave, dejó 27 muertos, entre los que había un menor y siete mujeres. Varias personas más resultaron heridas, añadió.

Un reportero de The Associated Press vio a ambulancias llegando al centro y contó los cadáveres, muchos de los cuales estaban mutilados.

“Hacemos un llamamiento al mundo. ¡Nos estamos muriendo!”, gritó un hombre.

El ejército de Israel dijo que llevó a cabo un ataque de precisión contra un centro de mando y control insurgente ubicado en el interior del recinto. Israel ha atacado repetidamente escuelas convertidas en albergues en todo el territorio, acusando a los insurgentes de esconderse allí.

Testigos que hablaron bajo condición de anonimato por motivos de seguridad contaron que el ataque ocurrió cuando la dirección de la escuela se reunía con representantes de un grupo de ayuda en una sala que solía utilizar la policía del grupo insurgente Hamas, que se encarga de la seguridad. En el momento del incidente, en la sala no había agentes, agregaron.

La rama palestina del grupo asistencial suizo Terre des Hommes dijo en un comunicado que murieron miembros de uno de sus equipos de atención infantil, aunque no especificó cuántos.

“No había militantes, no había Hamas”, insistió Iftikhar Hamouda, quien había huido del norte de Gaza.

“Fuimos a las carpas y bombardearon las carpas … En las calles nos bombardean, en los mercados nos bombardean, en las escuelas nos bombardean. ¿A dónde se supone que debemos ir?”, expresó.

El gobierno de Hamas tenía decenas de miles de policías civiles, que desaparecieron prácticamente de las calles debido a los ataques aéreos israelíes en los primeros días de la guerra. Pero el personal de seguridad del grupo, sin uniforme, siguen controlando la mayoría de las zonas.

Por su parte, Hamas ha seguido efectuando ataques contra las fuerzas israelíes y, ocasionalmente, lanza proyectiles hacia Israel, más de un año después de que su sorpresivo y letal ataque del 7 de octubre sobre el sur del país desencadenara la guerra.

Insurgentes liderados por Hamas asaltaron bases militares y comunidades agrícolas en territorio israelí en un operativo en el que mataron a unas mil 200 personas, en su mayoría civiles, y tomaron a unas 250 más como rehenes. En Gaza hay todavía alrededor de un centenar de cautivos, aunque se cree que un tercio de ellos estarían muertos.

Israel respondió con una ofensiva terrestre y aérea sobre el enclave que se ha cobrado la vida de más de 42 mil palestinos, de acuerdo con las autoridades sanitarias locales, que no distinguen entre víctimas civiles y combatientes en su conteo pero sostienen que más de la mitad de los muertos son mujeres y menores. La guerra ha destruido grandes zonas de Gaza y desplazó alrededor del 90 por ciento de sus 2,3 millones de habitantes, a menudo en varias ocasiones.

En Líbano, el grupo político-paramilitar Hezbollah empezó a lanzar cohetes hacia el norte de Israel el 8 de octubre de 2023 en apoyo de Hamas y los palestinos, lo que provocó ataques aéreos israelíes en represalia.

Las tensiones aumentaron de forma constante hasta que hace unas semanas derivaron en una guerra total: Israel lanzó oleadas de ataques en todo el país e inició una invasión terrestre y Hezbollah amplió el alcance de sus cohetes a zonas más pobladas del interior, causando pocas víctimas pero alterando la vida cotidiana.

Irán — que apoya a Hamas, Hezbollah y a otros grupos armados de la región que se hacen llamar el Eje de la Resistencia contra Israel — disparó alrededor de 180 misiles balísticos hacia Israel la semana pasada en respuesta al asesinato de altos cargos de Hamas y Hezbollah.

El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, indicó el miércoles que su respuesta a la ofensiva de Teherán será “letal” y “sorpresiva”, pero no ofreció más detalles.

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