Las bolsas de nicotina representan un alto riesgo de adicción y daño a la salud para niñas, niños y adolescentes, pues se presenta como un nuevo mecanismo de suministro de nicotina, una de las sustancias más adictivas, y que en menores de edad puede tener efectos en el adecuado desarrollo del cerebro, la memoria y la capacidad de aprendizaje, alertaron expertos.
En conferencia de prensa, Erick Antonio Ochoa, directora de Salud Justa MX, detalló que se trata de productos que no cumplen con las normas mexicana de protección a los derechos del consumidor, pues carecen de información básica como datos sobre su producción, cantidad que se debe consumir y el riesgo que puede representar para la salud de los consumidores.
De reciente aparición en el mercado mexicano, las bolsas de nicotina están dirigidas, advirtió Maximiliano Cárdenas, coordinador jurídico de Salud Justa Mx, a la población infantil y adolescente, pese a que se trata de un “producto completamente adictivo que no tiene leyendas de advertencia, se publicita en establecimientos comerciales y está al alcance de todos”.
Se trata de un producto, indicó, elaborado con nicotina sintética, a la que le han añadido cuatro saborizantes, “de los que tampoco se informa nada, y se diseña para impactar un mercado de niños y adolescentes. Su forma de consumo, es meterlo a la boca, pero no hay ninguna advertencia de qué pasaría su la bolsa llega a romperse y se tiene contacto directo con el producto, a través de la mucosa oral”.
La doctora Guadalupe Ponciano Rodríguez, coordinadora del Comité Interinstitucional para la Lucha contra el Tabaco, alertó sobre los graves riesgos a la salud en la población de niños y adolescentes, y destacó que a la fecha se desconoce si las empresas que los comercializan cuentan con los permisos de ley para introducir estos productos al mercado.
Por ello, exhortaron a las autoridades sanitarias a que se pronuncien sobre las bolsas de nicotina y se informé “cómo obtuvieron permisos para su comercialización, si es que acaso los tienen, y que se alerte a la población, en particular a niños y adolescentes sobre el riesgo de consumo”.
En agosto pasado, la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama) de la Secretaría de Salud, emitió una alerta ante el riesgo que representa su uso, especialmente en adolescentes y jóvenes.
El organismo público destaca que la producción de dichas bolsas “son una táctica más de la industria tabacalera para atraer y mantener el consumo en adolescentes y jóvenes, de manera similar a lo realizado con los cigarros de sabor o cigarros electrónicos”.
Su diseño “los hace especialmente peligrosos para los menores, debido a que se pueden ocultar fácilmente. Los productos con nicotina pueden dañar el desarrollo del cerebro de adolescentes y afectar la atención, el aprendizaje y la memoria. Además, aumentan el riesgo de enfermedades cardiacas y pueden intensificar los síntomas de depresión y ansiedad”.