La Paz. Bolivia celebra su inclusión como miembro asociado al bloque BRICS, compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, un acontecimiento que promete reconfigurar su panorama económico y político, según analistas y funcionarios que consideran que fue resultado de intensas gestiones iniciadas en 2023.

Desde el punto de vista del estratega y comunicador social Martín Moreira, la incorporación de Bolivia al BRICS no solo amplía sus horizontes económicos, sino que redefine su papel en un mundo en transición hacia el multilateralismo y despierta la atención del Sur Global.

El analista destaca que Bolivia obtiene ventajas estratégicas. Una de las más importantes, en criterio de Moreira, es la posibilidad de diversificar sus mercados internacionales, especialmente con economías como China e India.

“Estos países no solo representan enormes oportunidades comerciales, sino también socios potenciales para la inversión en sectores estratégicos como el litio, el gas y el petróleo”, aseveró.

Otro de los beneficios clave es la transferencia de tecnología avanzada. Según Moreira, este factor será crucial para impulsar la industrialización de Bolivia, especialmente en sectores como la extracción y procesamiento de litio, un recurso esencial para la transición energética global.

“El BRICS facilita no solo el comercio, sino también la colaboración tecnológica y científica, aspectos fundamentales para un desarrollo sostenible”, enfatizó.

Por su lado, el viceministro de Comercio Exterior, Huáscar Ajata, dijo recientemente a los medios estatales que la integración al BRICS no es solo es un logro económico, sino un paso hacia un mundo multipolar.

“Es una oportunidad para impulsar sectores clave como la energía, el comercio, la tecnología y las finanzas sostenibles, alejándonos del unilateralismo y construyendo un desarrollo más equitativo”, aseguró.

Retos

Sin embargo, el acceso a los beneficios del BRICS no será automático ni exento de desafíos.

El viceministro enfatizó que Bolivia deberá cumplir con criterios específicos para acceder a los fondos del Nuevo Banco de Desarrollo, lo que implica una gestión económica y política rigurosa.

Según el viceministro, la reciente adhesión al BRICS genera expectativas sobre la posibilidad de atraer inversores internacionales para sectores estratégicos.

El litio, por ejemplo, podría posicionar a Bolivia como un actor clave en el suministro global de este recurso, fundamental para la producción de baterías y tecnologías limpias.

A decir de Ajata, el BRICS se perfila como una alternativa a las estructuras de poder tradicionales, ofreciendo a los países emergentes una plataforma para influir en la configuración del nuevo orden global.

“La integración a los BRICS no solo abre nuevas puertas para nuestro país, sino que nos posiciona como un actor relevante en un mercado en crecimiento”, afirmó. 

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