Madrid. El grupo energético español Repsol registró una fuerte caída de sus beneficios en el tercer trimestre por la volatilidad de los precios del petróleo y la caída de sus márgenes de refino, según los resultados publicados el jueves por la compañía.

El beneficio neto del gigante español se estancó en 166 millones de euros entre julio y septiembre, 88 por ciento menos que en el tercer trimestre de 2023, informó el grupo en un comunicado.

En los nueve primeros meses de 2024, la compañía obtuvo un resultado neto de mil 792 millones de euros (unos mil 946 millones de dólares), un descenso de 36 por ciento respecto al mismo periodo de 2023.

La publicación de estas cifras se produce en medio de un estira y afloja con el gobierno español, que busca afianzar un impuesto excepcional sobre los grupos bancarios y energéticos, introducido inicialmente por dos años.

El miércoles el gobierno aceptó la posibilidad de ‘tumbar’ la permanencia de este gravamen. Ante ello, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, consideró que “el problema se ha terminado” y dio por reactivado el compromiso con las inversiones que tenía programadas la compañía en su plan estratégico para España y sus centros industriales.

Repsol ha sido el grupo más afectado del sector energético en estos dos años por este gravamen especial, con un abono de casi 800 millones de euros -444 millones en 2023 y unos 335 millones en este ejercicio-.

Inicialmente aprobado para dos ejercicios -2023 y 2024- debido al impacto por la crisis por la guerra en Ucrania, el gobierno ha logrado ingresar más de dos mil 400 millones de euros del sector energético por esta partida.

Repsol, que en los últimos años emprendió un cambio estratégico para alejarse del modelo “todo petróleo”, tiene en teoría previsto invertir entre 16 mil y 19 mil millones de euros (17 mil 400-20 mil 600 millones de dólares) de aquí a 2027, casi 60 por ciento de ellos en proyectos en España.

 

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