Madrid. El Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) informó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que había iniciado negociaciones con los ejecutivos del Banco Sabadell para una hipotética fusión con la entidad financiera de origen catalán, que supondría uno de los movimientos estratégicos de mayor relevancia en el sistema bancario español.
Esta ya es la segunda ocasión en la que el BBVA intenta la compra del Sabadell, uno de los bancos con más prestigio en el selecto sector de la banca comercial de alto poder adquisitivo y que tiene presencia en España y otros países, entre ellos y de forma destacada en México.
En el escrito, la entidad financiera advierte que “BBVA confirma que ha nombrado asesores a tal efecto”, en alusión a la intermediación para la negociación de las consultoras UBS y JP Morgan, mientras que Garrigues se encargaría de la asesoría legal por parte de BBVA.
El banco catalán confirmó el interés y las maniobras, en otro hecho relevante en el que informó que “Banco Sabadell confirma que ha recibido a las 13:43 horas del día de hoy una propuesta escrita indicativa de Banco Bilbao Vizcaya Argentaria para una fusión. El Consejo de Administración de Banco Sabadell analizará adecuadamente todos los aspectos de la propuesta”.
La reacción de los mercados ante la hipotética fusión fue inmediata, en la que las acciones de Sabadell, que venían atravesando una jornada de ligeros retrocesos, se dispararon tras confirmarse la noticia y alcanzaron pasadas una revalorización en torno al 6.5 por ciento, que los sitúa en 1.85 euros. Por el contrario, las acciones de BBVA se desploraron casi un 6 por ciento.
De salir adelante la operación, la entidad resultante se convertiría en el segundo grupo bancario de España y el tercero a nivel europeo, por detrás de Santander y BNP Paribas. Tomando como referencia la capitalización del lunes, el grupo fusionado tendría un valor bursátil de unos 70 mil millones de euros.
No es la primera vez que ambas entidades abordan una operación de fusión, que ya intentaron en el 2020, cuando hubo una aproximación que acabó frustrándose dos semanas después de conocerse los contactos. Ambas entidades anunciaron entonces la ruptura de las conversaciones. El BBVA prefirió no dar explicaciones, pero el Sabadell desveló que no habían llegado a un acuerdo del precio final de la operación.
