Bogotá. Dos ataques con explosivos perpetrados el viernes al suroeste de Colombia cobraron la vida de un soldado y dejaron heridas a más de una decena de personas, entre ellas dos uniformados, informaron las autoridades que señalaron como los presuntos responsables a las disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El soldado que falleció fue identificado como Pedro Rojas Fonseca, un experimentado militar de 18 años de carrera, que se encontraba patrullando en El Plateado, un poblado rural al suroeste de Colombia asediado por grupos armados en el que las autoridades han intentado recuperar el control.

El Ejército detalló en un comunicado que el soldado herido, Carlos Rangel Pérez, se encuentra bajo pronóstico reservado y será trasladado vía aérea para recibir atención médica.

Una motocicleta cargada con explosivos habría sido ubicada en el parque principal de El Plateado, al parecer por “milicias urbanas pertenecientes a la estructura residual Carlos Patiño”, agregó el reporte.

La estructura Carlos Patiño pertenece a la disidencia Estado Mayor Central de las extintas FARC, formada por quienes se negaron a cumplir el acuerdo de paz firmado con el estado en 2016. Dicha estructura renunció desde abril a negociar la paz con el gobierno del izquierdista Gustavo Petro e intensificó ataques con explosivos en el suroeste del país.

El ataque ocurrió cuando estaba a punto de iniciar un evento gubernamental dirigido a los pobladores en la que se llevarían brigadas médicas, recreación, donaciones y actividades culturales. El Ejército señaló que pese al ataque, el evento no se cancelará y contará con un “refuerzo de los dispositivos de seguridad ya presentes en el corregimiento”.

“Este ataque es una muestra de la crueldad con la que actúan los grupos violentos”, reprochó el ministro de Defensa, Iván Velásquez. “Sin embargo, estos hechos solo fortalecen nuestra determinación para seguir adelante con el despliegue de nuestras fuerzas y con las actividades de la jornada de acción integral”, agregó.

El Plateado está ubicado en el Cañón del Micay, una cadena montañosa en la que abundan los cultivos ilícitos de hoja de coca —materia prima para la cocaína—.

La zona ha estado hace décadas en disputa de grupos armados por tratarse de un corredor estratégico que conecta con el Pacífico. Actualmente el mayor control lo ostenta la disidencia de las FARC.

El presidente Petro se ha propuesto como objetivo arrebatar a la disidencia el control de El Plateado, por lo que desde octubre ordenó una incursión militar y el envío de funcionarios de sus carteras ministeriales a ofrecer todo tipo de servicios, en un poblado con baja presencia estatal.

En paralelo, detonó otro explosivo en la zona urbana de Jamundí, parte del área metropolitana de la ciudad de Cali, dejando 15 heridos, entre ellos un policía, según un reporte preliminar.

El explosivo fue instalado en un triciclo con motor y detonado al paso de un carro de la policía, en el que sólo iba un agente conduciendo, indicó a la prensa el coronel Germán Manrique, comandante de la Policía Metropolitana de Cali.

El uniformado indicó que la hipótesis que tienen apunta a que el ataque fue autoría de las disidencias que hacen presencia en la zona rural de Jamundí y podría ser una retaliación de recientes incautaciones de insumos que se utilizan para la producción de cocaína.

En Jamundí se han reportado tres ataques con explosivos en menos de 48 horas, advirtió el viernes la estatal Defensoría del Pueblo, al hacer un llamado a los armados para respetar los derechos de la población civil.

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