Madrid. Ante el auge de la coalición de la izquierda separatista vasca EH-Bildu de cara a los comicios autonómicos del próximo domingo, en los que se augura que sea el partido más votado, desde el gobierno español, del socialista Pedro Sánchez, y desde el Partido Nacionalista Vasco (PNV) se intensificaron los ataques contra la fuerza independentista, vinculándola con la organización armada ETA. Desde la mesa del Consejo de Ministros, la vocera socialista Pilar Alegría, arremetió contra al candidato abertzale, Pello Otxandiano, al que acuso de “cobarde” y de “despreciar a las víctimas del terrorismo”.

Hace sólo unas semanas, desde el gobierno español e, incluso desde la derecha nacionalista del PNV se elogiaba el “sentido de Estado” de EH-Bildu y se celebraban sus iniciativas parlamentarias para aprobar leyes de alto contenido social, como la de vivienda. Más aún, cuando un diputado de la derecha española o algún periodista le recriminaban al gobierno español sus pactos parlamentarios con EH-Bildu “a pesar de que no habían condenado la violencia de ETA”, desde el gobierno y desde el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) expresaban su hartazgo de intentar vincular permanentemente a EH-Bildu con ETA. El vocero del grupo socialista en el Parlamento y ex lehendakari vasco, Patxi López, llegó a afirmar: “Estoy bastante harto de este asunto y de que se pasee el fantasma de ETA por aquí cuando alguien no sabe que decir. ETA desapareció afortunadamente de nuestras vidas hace más doce años y quien blanquea a Bildu es la democracia. Porque la democracia no es una ciudad amurallada que impide la entrada de nadie, sino que tiene las ventanas y las puertas abiertas para que todo aquel que quiera hacer política con las herramientas de la política lo pueda hacer”.

Este ofensiva sincronizada desde el gobierno español y el PNV contra EH-Bildu se originó a raíz de una entrevista radiofónica al candidato Otxandiano, quien al ser preguntado si consideraba a ETA como “un grupo terrorista”, este se limitó a responder que fue “un grupo armado”, pero que “hay un consenso fundamental en la sociedad vasca después de 15 años de la desaparición de ETA, que es que ese ciclo lo hemos dejado atrás y afortunadamente ETA no existe”.

La respuesta del gobierno español fue a través de la vocera Alegría, quien aprovechó su comparecencia tras el Consejo de Ministros para afirmar que “desgraciadamente en este país todos españoles sabemos muy bien que ETA fue una banda terrorista. Y no reconocerlo así no sólo es cobarde, sino que demuestra un negacionismo absolutamente incompatible con la propia historia de nuestro país y con la democracia, que fue quien derrotó al terrorismo de ETA”.

El todavía presidente del gobierno, Íñigo Úrkullu, del PNV, también criticó al candidato abertzale, al sostener que “es necesario que de una vez por todas EH Bildu condene lo que fue ETA, que fue una organización terrorista”. Al igual que afirmó el joven candidato del PNV, Imanol Pradales, en cuya campaña se ha instalado el nerviosismo y la inquietud ante lo que podría convertirse en la primera victoria de EH-Bildu en la historia reciente. 

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