Tel Aviv. Israel se prepara a una potencial invasión de Líbano por tierra, señalaron jefes militares ayer, en tanto el presidente estadunidense, Joe Biden, reconoció que una guerra en gran escala es posible y el primer ministro británico, Keir Starmer, instó a sus connacionales a salir de inmediato de la zona de conflicto.

Los ataques aéreos en Líbano abren terreno a una posible operación para hacer retroceder a Hezbollah y regresar de manera segura a los ciudadanos israelíes desplazados, expresó el teniente general Herzi Halevi.

Ante tropas en la frontera norte de Israel, señaló que el ejército prepara el proceso de una maniobra, que significa que las botas de ustedes los militares, las botas de maniobra, entrarán en territorio enemigo, entrarán en poblados que Hezbollah ha preparado como grandes puestos militares.

En tanto, las tensiones crecieron aún más, al lanzar Hezbollah su mayor ataque contra Israel, dirigido a Tel Aviv.

Luego de un día de intensos ataques transfronterizos, en el que Hezbollah disparó docenas de proyectiles hacia Israel, el mensaje de Halevi ha sido el más fuerte indicio de que las tropas de su país podrían movilizarse.

La intensificación de la violencia ha provocado cientos de muertes en Líbano, orillado a cientos de miles de israelíes de la región norte a agolparse en refugios antiaéreos y obligado al desplazamiento de 90 mil libaneses de sus hogares.

El premier británico renovó sus llamados a sus connacionales a salir mientras haya vuelos comerciales disponibles, aunque la mayoría de éstos están agotados y otros se han cancelado, lo cual ha dejado pasajeros varados. El momento de salir es ahora, advirtió.

Si Israel bombardea el único aeropuerto comercial en Beirut, como hizo en la guerra de 2006 contra Hezbollah, cortaría el único medio de escape. Ciudadanos británicos en Líbano han dicho a The Independent que consideran rutas a través de Siria porque no ven otro camino para salir.

El presidente Biden dijo ayer que mantiene esperanzas de que se encuentre una forma de evitar un mayor derramamiento de sangre, pero reconoció que una guerra en gran escala aún es posible.

El ataque más reciente de Hezbollah, apoyado por Irán, estuvo dirigido al cuartel de la agencia de espionaje Mossad en un suburbio de Tel Aviv, “en apoyo a nuestro leal pueblo palestino en la franja de Gaza… y en defensa de Líbano y de su pueblo”, manifestó el grupo militante en un comunicado.

Acusó al Mossad por el reciente asesinato de comandantes en los suburbios del sur de Beirut, capital libanesa, así como por la explosión de bípers y walkie-talkies la semana pasada.

Civiles que huyen de Líbano cruzan a Siria y llegan a Jdeidat Yabus. Foto Afp

Horas después, Israel anunció que lanzaría más ataques extensos hacia el sur de Líbano y el Valle de la Becá, que corre a través de la frontera con Siria. Los bombardeos mataron a 72 personas, informó el ministerio libanés de Salud en distintos comunicados.

Hospitales en Líbano se llenaron de heridos a partir del recrudecimiento de bombardeos del lunes, que fue el día más letal en el país desde el final de la guerra civil de 1975-1990.

Los comentarios del teniente general Halevi se produjeron después de que el ejército israelí comenzó a activar tropas de reserva para enviarlas a su frente norte. El ejército indicó que convocará a dos brigadas de reserva –que podrían constar de entre 6 mil y 10 mil elementos– para misiones operativas en el norte.

Israel ha expandido las zonas de ataques desde la noche del martes, incluida, por primera vez, la ciudad turística de playa de Jiyyeh, al sur de Beirut y Maasyrah. También hubo ataques en Bint Jbeil, Tebnin y Ain Qana, en el sur; en la aldea de Joun, en el distrito de Chouf, cerca de la ciudad sureña de Sidón, y en Maaysrah, en el norteño distrito de Keserwan.

En Beirut, miles de desplazados procedentes del sur del país se refugiaban en escuelas y otros edificios. Más de 90 mil personas han sido desplazadas en Líbano del lunes en adelante, informó Naciones Unidas ayer.

Esto se suma a las 111 mil 696 personas que han sido desplazadas desde octubre de 2023. En el norte de Israel, unas 60 mil personas han sido evacuadas hasta ahora a causa de los ataques casi cotidianos de Hezbollah desde ese mes.

La milicia comenzó a disparar a través de la frontera norte de Israel el 8 de octubre del año pasado, un día después de que su grupo aliado Hamas, también apoyado por Irán, lanzó un ataque letal desde la franja de Gaza hacia el interior israelí, en el que dio muerte a unas mil 200 personas y capturó 251 rehenes, de los cuales más o menos la mitad permanecen en Gaza.

El subsecuente asalto israelí por aire y tierra ha causado la muerte de más de 41 mil palestinos, según la cuenta más reciente del ministerio de Salud en la franja, gobernada por Hamas, y obligado a más de 90 por ciento de la población del enclave a huir de sus hogares, muchos en múltiples ocasiones.

Funcionarios locales en Gaza afirman que la extensión de los ataques israelíes en el enclave ha disminuido en días recientes, al desviar Tel Aviv su enfoque hacia la frontera con Líbano y Hezbollah, al menos temporalmente.

Hezbollah advierte que no dejará de disparar cohetes hacia Israel mientras no se detenga la guerra en Gaza.

En tanto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se dirige a Nueva York, donde pronunciará un discurso mañana.

(Con información de Reuters y Ap)

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya

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