Washington. Estados Unidos anunció ayer que ha prohibido el último tipo de amianto que utilizan algunas industrias del país, medio siglo después de que el gobierno atacara por primera vez este mineral cancerígeno.

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) cierra por fin la puerta a una sustancia química tan peligrosa que se ha prohibido en 50 países, afirmó su director, Michael Regan, en rueda de prensa.

Esta veda histórica lleva 30 años preparándose, añadió.

En 1991 una sentencia revocó en gran medida una censura inicial al uso del asbesto, como se conoce también al amianto.

El Congreso estadunidense reforzó en 2016 una ley sobre la regulación de productos químicos, que la EPA utiliza ahora para sus nuevas determinaciones, protocolos y autorizaciones de productos.

Aunque el uso de amianto ha disminuido en las décadas recientes, el crisotilo, también conocido como amianto blanco, todavía se utiliza en la industria automotriz o para producir cloro con el que se purifica el agua. Esto se debe a su resistencia al calor y a sus propiedades de conducción eléctrica.

Pero la exposición al asbesto puede provocar cáncer de pulmón, de ovario o de laringe, y está relacionado con más de 40 mil fallecimientos al año en Estados Unidos, de acuerdo con estadísticas cruzadas de la EPA.

Aunque existen variedades de amianto, el crisotilo es la única forma conocida hasta ahora que todavía se importa y utiliza en Estados Unidos, subraya la agencia de ese país.

La nueva normativa prohíbe con efecto inmediato la importación de amianto para la producción de cloro. Las ocho fábricas que todavía utilizan la sustancia en el vecino país se beneficiarán de un periodo de transición de varios años, que les permitirá cambiar de tecnología sin afectar los procesos de purificación del agua, explicó la EPA.

También se prevén varios meses o años de transición para la industria automotriz, dependiendo del uso. Ya es hora de que Estados Unidos prohíba el amianto, y es inaceptable que este conocido carcinógeno siga amenazando a los estadunidenses y devastando familias, afirmó la congresista demócrata Suzanne Bonamici.

En México, aún hay láminas y tinacos con asbesto y en 2017 se importaron toneladas de productos con esa fibra, de acuerdo con científicos.

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