Deir Al-Balah. El ejército israelí anunció el domingo que atacará el brazo financiero del grupo libanés Hezbollah y que en las próximas horas bombardeará “una gran cantidad de objetivos” en Beirut y otros sitios. Aproximadamente una hora después se empezaron a escuchar explosiones en los suburbios del sur de Beirut.

El portavoz militar israelí, contraalmirante Daniel Hagari, dijo que Israel emitirá órdenes de evacuación para personas en ciertas partes de Beirut, y “cualquier persona que esté cerca de sitios usados para financiar la actividad terrorista de Hezbollah debe alejarse inmediatamente”.

Los ataques serán contra al-Qard al-Hassan “por todo el Líbano”, dijo un funcionario de la inteligencia israelí. Esa agrupación registrada como sin fines de lucro, sancionada tanto por Estados Unidos como por Arabia Saudí, provee servicios financieros y también es usada por libaneses comunes.

Al-Qard al-Hassan es una unidad de Hezbollah usada para pagarle a agentes de ese grupo y para comprar armas, dijo el funcionario, que pidió no ser identificado como los establecen las normas del ejército.

Entretanto en la franja de Gaza, ataques israelíes contra varias casas en el norte de la franja la madrugada el domingo dejaron al menos 87 personas muertas o desaparecidas, dijo el Ministerio de Salud palestino.

Otras 40 personas resultaron heridas en los ataques contra la ciudad de Beit Lahiya, que fue uno de los primeros objetivos de la invasión terrestre israelí hace casi un año. El ejército israelí dijo que había lanzado un ataque preciso contra un blanco de Hamás.

Israel ha lanzado un operativo a gran escala en el norte de Gaza durante las últimas dos semanas, bajo el argumento de que Hamás se reagrupó ahí. Funcionarios palestinos indicaron que cientos de personas han muerto y que el sector salud en el norte está al borde del colapso.

Mientras tanto, Estados Unidos investiga una divulgación no autorizada de documentos clasificados que evalúan los planes de Israel para atacar a Irán, revelaron tres funcionarios estadounidenses. Un cuarto funcionario estadounidense dijo que los documentos parecen ser legítimos.

Los documentos, atribuidos a las agencias de Inteligencia Geoespacial y de Seguridad Nacional de Estados Unidos y marcados como ultra secretos, indican que Israel estaría moviendo activos militares para llevar a cabo un ataque militar en respuesta al ataque con misiles balísticos de Irán el 1 de octubre.

Los funcionarios estadunidenses hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a discutir el asunto públicamente.

Estados Unidos insta a Israel a presionar por un cese al fuego en Gaza tras el asesinato del líder de Hamás, Yahya Sinwar, la semana pasada. Pero ni Israel ni el grupo miliciano han mostrado interés en un acuerdo de este tipo, después de meses de negociaciones que se detuvieron en agosto.

Irán apoya a Hamas y al grupo político-paramilitar Hezbollah en el Líbano, donde un año de crecientes tensiones derivó en una guerra franca el mes pasado. Israel envió tropas terrestres al Líbano a principios de octubre.

El ejército libanés señaló que tres de sus soldados murieron cuando su vehículo fue atacado por Israel en el sur del Líbano. De momento, el ejército israelí no comentó el ataque del domingo.

El ejército del Líbano se ha mantenido en gran medida al margen de la guerra entre Israel y Hezbollah. El ejército es una institución respetada en el Líbano, pero no es lo suficientemente poderosa para imponer su deseo sobre Hezbollah ni defender al país de una invasión israelí.

El sábado, un dron atacó la casa del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, sin dejar víctimas. No está claro si la casa fue impactada. El ejército señaló que Hezbollah lanzó unos 160 proyectiles contra Israel el domingo. De momento no hay muertes reportadas.

Mientras tanto, Israel ha intensificado los ataques en los vecindarios sureños de Beirut, conocidos como Dahiyeh, una zona residencial densamente poblada. Hezbollah tiene una fuerte presencia ahí, pero también viven muchos civiles y personas que no están afiliadas con el grupo miliciano.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, dijo que las muertes de civiles en el Líbano eran “demasiado elevadas” en la guerra entre Israel y Hezbollah, y exhortó a Israel a reducir algunos ataques, sobre todo en Beirut y sus inmediaciones.

Entre los muertos por los ataques en Beit Lahiya había dos padres y sus cuatro hijos, y una mujer, su hijo y su nuera y sus cuatro hijos, según Raheem Kheder, un médico. Dijo que el ataque arrasó un edificio de varios pisos y al menos cuatro casas vecinas.

El ejército israelí indicó que usó municiones precisas contra un objetivo de Hamás y negó la cifra de fallecidos publicada por la oficina de prensa del gobierno dirigido por Hamás, que es independiente del Ministerio de Salud. Agregó que el área es una zona de guerra activa y que intenta no lastimar a civiles.

Mounir al-Bursh, director general del Ministerio de Salud, dijo en la red social X que la avalancha de heridos de los ataques agravó “una situación ya catastrófica para el sistema de salud” en el norte de Gaza.

Seis personas, entre ellas un menor de edad, murieron cuando un ataque alcanzó un carro en Deir al-Balah en el centro de Gaza, informaron funcionarios del Hospotal Mártires Al-Aqsa. Los cuerpos fueron contados por periodistas de AP.

Médicos sin Fronteras, la beneficencia internacional conocida por su acrónimo francés MSF, pidió a las fuerzas israelíes “parar de inmediato sus ataques contra hospitales en el norte de Gaza” luego de que el Ministerio de Salud dijera que tropas israelíes atacaron dos hospitales durante el fin de semana.

El ejército dijo que llevaba a cabo una operación cerca de uno de los hospitales, pero no lo había atacado directamente, y que investigaba el otro incidente.

“La intensificación de violencia cada vez peor y las incesantes operaciones militares israelíes que hemos presenciado durante las últimas dos semanas en el norte de Gaza tienen consecuencias terribles”, dijo Anna Halford, una coordinadora de emergencias en MSF.

“Cuando hospitales son atacados, su infraestructura destruida y la electricidad cortada, las vidas de los pacientes y del personal médico están en riesgo”.

La conectividad a internet se interrumpió en el norte de Gaza el sábado por la noche y aún no se había restablecido al mediodía del domingo, lo que dificultaba la recopilación de información sobre los ataques.

Israel lleva a cabo una gran operación en el campo de refugiados urbano de Jabaliya, también en el norte de Gaza, desde hace dos semanas. El ejército dice que lanzó la operación contra los milicianos de Hamás que se habían reagrupado ahí.

Durante la guerra, las fuerzas israelíes han regresado reiteradamente a Jabaliya, un campo de refugiados urbano densamente poblado que data de la guerra de 1948 que rodeó la creación de Israel.

El norte ha sufrido la mayor destrucción de la guerra, y está rodeado por las fuerzas israelíes desde finales del año pasado, tras el mortífero ataque de Hamas contra Israel.

Israel ordenó a toda la población del tercio norte de Gaza, incluida Ciudad de Gaza, que evacuara hacia el sur en las primeras semanas de la guerra y reiteró esas instrucciones a principios de este mes. La mayor parte de la población huyó en el transcurso del año, pero se cree que unas 400.000 personas permanecieron en el norte.

A los palestinos que huyeron del norte al comienzo de la guerra no se les ha permitido regresar.

El 7 de octubre de 2023, milicianos liderados por Hamas irrumpieron en Israel y mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a otras 250. Todavía hay un centenar de rehenes detenidos en Gaza, una tercera parte de los cuales se cree que están muertos.

La ofensiva israelí en Gaza ha matado a más de 42 mil palestinos, según las autoridades locales, que no distinguen entre combatientes y civiles. La guerra ha destruido grandes áreas de Gaza y ha desplazado casi el 90 por ciento de su población de 2,3 millones de personas.

 

 

 

 

 

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