Ciudad de México. Si bien se reconocen los compromisos adquiridos por México en la COP29, como la reducción de emisiones de metano para 2050, las contribuciones deben de ser mayores ante el calentamiento global, ya que para finales de este siglo se prevé que los costos por las inundaciones serán de 126 mil millones de dólares y los rendimientos de seis cultivos, entre ellos el maíz, caerían hasta perder dos veces el producto agrícola nacional completo, alertó Francisco Estrada Porrúa, del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático.

En el seminario Implicaciones de la COP 29 para México. De los riesgos a las soluciones, realizado en la Facultad de Química de la UNAM, Estrada precisó que las pérdidas esperadas por anegaciones fluviales por año será de 7 mil millones de dólares, y para finales de siglo pasaremos a 116 mil millones, mientras que para las costeras se esperan que sean de 130 millones de dólares por año, y para finales de siglo de 10 mil millones.

Explicó que las producciones de maíz caería de 31 a 42 por ciento, la de trigo de 20 a 23, la de arroz de 41 a 51, la de sorgo de 36 a 41, la de soya de 45 a 59 y la de azúcar 12, lo que representaría perder 38 mil millones de dólares, dos veces el producto agrícola nacional. Remarcó que actualmente ya hay pérdidas en algunos cultivos de entre 5 y 20 por ciento.

Al exponer resultados de algunas investigaciones, aseguró que la temperatura global promedio está entre 1.2 y 1.4 grados centígrados, constató que en 2024 se alcanzaron los 1.6, por lo que van dos años consecutivos ya se rebasaron los 1.5 grados, y señaló que México tiene actualmente una temperatura promedio de casi 1.7 grados.

Con los efectos del cambio climático, destacó que el planeta se calienta a una tasa de 2 grados por siglo, mientras que en el país es 3 por siglo, y particularmente en las zonas de norte es de 6 y del sur es de 5. Resaltó que las lluvias en el país también han cambiado, ya que en el norte son muy escasas y el sur se concentran la mayoría.

Aclaró que a partir de 1963 comenzó a multiplicarse por tres el calentamiento del planeta, luego de se desarrollaron la Primera (1914-1918) y la Segunda Guerra Mundial (1929-1945), la gran depresión de 1929 y la expansión de los modelos socioeconómicos y procesos industriales, entre ellos los agroalimentarios, como en China e India.

En términos de mediciones climáticas, aseguró que se pueden pronosticar, como con el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, “y (por eso) vemos que las COPs sirven muy poco”.

Carlos Amador, director de la facultad, destacó la COP21, hecha en París, se definió no rebasar el 1.5 grados centígrados regular el calentamiento global; en la 28, en Dubai, fue para reducir las emisiones de efectos de invernadero, y la 29, en Bakú, se buscó mayor financiamiento. “Sin embargo en ninguna se han cumplidos las metas”.

Rodolfo Lacy Tamayo, consultor internacional de la Unesco, destacó que para la COP30, en Belem, Brasil, México tendrá que presentar los resultados de sus compromisos, como la reducción de emisiones de metano, pero señaló que en los últimos años las autoridades han subsidiado la producción de energías fósiles.

 

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