Ciudad de México. A cuatro meses de las elecciones, el presidente Andrés Manuel López Obrador auguró el triunfo del movimiento de transformación que ha encabezado: no van a regresar los mismos, porque el pueblo ya despertó. ¡El pueblo se cansa de tanta pinche transa! Y aseveró que el proceso electoral del 2 de junio es una oportunidad para optar por el proyecto de nación que dé paso a la eventual aprobación de las 20 iniciativas de reforma que envió el lunes pasado al Congreso.

Al insistírsele en la mañanera de ayer sobre las propuestas, refirió: “viene la elección, es una oportunidad. ¿Qué pasaría si la gente dice: ‘vámonos a que continúe la transformación’? Si se podrían conseguir las dos terceras partes de los votos, la mayoría calificada (en el Congreso) para reformar la Constitución y devolverle su espíritu, su letra, lo que le dio su razón de ser después de un movimiento revolucionario que hicieron los campesinos, los obreros, las mayorías, en contra de la oligarquía, en contra de las minorías corruptas del porfiriato”.

Ante pregunta sobre si el próximo gobierno deberá hacer una reforma fiscal para financiar sus propuestas –en caso que sean aprobadas–, el jefe del Ejecutivo desestimó esa opción y aseguró que sólo basta con evitar que vuelvan los rateros y que se sigan cobrando impuestos a los grandes contribuyentes.

Rechazó incluso que en el relevo de gobierno se pueda dar una crisis financiera como sucedió en diciembre de 1994, y aseguró que en el país hay finanzas sanas, empleos, inversión y otros indicadores positivos para la economía.

“Yo tengo la facultad de enviar iniciativas de reforma, como Presidente estoy enviando porque quiero cumplir con mi responsabilidad. ¿Los actuales legisladores qué van a hacer? Lo que han hecho durante 36 años los legisladores al servicio de la oligarquía: rechazar todo lo que sea en beneficio del pueblo.

¿Qué esperamos? Viene una elección en efecto, y qué sucedería si los que apoyan la transformación y los que quieren que se fortalezca el poder público, porque la Constitución tiene una función social y pública, que es lo que se ha perdido con todas las contrarreformas que le hicieron en el periodo neoliberal. Entonces, que la gente sepa que no sólo hay que votar por los candidatos, que no sólo hay que votar por los partidos, hay que votar por el proyecto de nación.

Expuso que el paquete de reformas –18 constitucionales y dos a leyes– recuperan el espíritu público de la Constitución de 1917 y que en el próximo proceso electoral la ciudadanía podrá elegir entre dos proyectos de nación.

–¿Se hace este envío para exhibir a la oposición? –se le preguntó.

–Es que puede ser que no pase ahora (en la actual Legislatura), sino que pase después (en la siguiente) –respondió.

–¿La apuesta es tener las dos terceras partes (del Congreso) para que se aprueben?

–Sí, sí. ¿Para qué son las elecciones? Es para recoger la opinión del pueblo en todo sentido, no sólo es para elegir al presidente.

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