El América tiene costumbres que lo hacen ser un equipo dominante y reconocible, pero enfrenta problemas con el gol. Es como si en cada partido necesitara un golpe de suerte. Sumergido en el enredo de no encontrar un mejor rumbo, el actual bicampeón del futbol mexicano solventó el apuro de vencer al sotanero Santos (3-0) recurriendo a una de sus fórmulas más conocidas, la que se limita a convertir dos de sus tantas jugadas sin que haya que dar explicaciones.

El bajo nivel de las Águilas convirtió ayer en figura al portero Luis Ángel Malagón y dejó al descubierto que es un problema cíclico, con una profundidad que invita a pensar en un cambio de piezas en su plantel. Los silbidos volvieron a hacerse sentir en el estadio Ciudad de los Deportes, en el primer tiempo con mayor nitidez a partir de los constantes errores de Alejandro Zendejas e Illian Hernández en el ataque.  

El brasileño André Jardine acudió más de una vez a sus auxiliares, envió mensajes a Zendejas, pidió mayor participación del chileno Diego Valdés y enfureció desde la banda al notar que la presión rebasaba a sus jugadores. En uno de sus airados arranques, el técnico americanista resbaló y cayó de espaldas luego de protestar una decisión del árbitro Jesús Rafael López, quien terminó expulsando al lateral de los Guerreros, Ismael Govea, por una plancha sobre el lateral Cristian Calderón.

Las salvadas de Malagón en el arco sirvieron de alivio para las Águilas. El michoacano, seleccionado nacional y titular el martes en Guadalajara en el triunfo ante Estados Unidos, atajó al menos tres remates con dirección de gol del argentino Ramiro Sordo, el español Fran Villalba y el hondureño Anthony Lozano, los actuales referentes ofensivos de los de Torreón. Llegar al descanso con el partido empatado a cero marcó el final de la paciencia de la gente, que ayer se dio cita en mayor número en Ciudad de los Deportes.

A diferencia de campañas anteriores, el grito de Vaaamos, vaaamos, Amééérica/ que esta taaarde/ tenemos que ganaaar!, tan icónico en victorias y celebraciones, empezó a tomar otro significado, uno más ligado a la exigencia y el descontento. Ante un rival metido en su área y cuyo presidente Alejandro Irarragorri Kalb entró en la historia del circuito profesional como el directivo más joven en su posición con 24 años, Jardine recurrió a su capitán y líder en el vestuario: Henry Martín.

El yucateco, recuperado de una lesión en el muslo, remató de cabeza a segundo poste un servi-cio de Valdés y resolvió los problemas de definición que mostraron sus compañeros (77). Como un equipo refleja su propio estado de ánimo, el América mejoró por contagio en todas sus líneas. De esa manera cayeron, uno tras otro, los tantos de Hernández (83) y el autogol de Hugo Isaac Rodríguez (86), provocado por los embates americanistas. La debilidad de Santos, último lugar de la Liga Mx en 12 fechas, no pudo volver a ocultarse con semejante marcador.

De sumar dos empates y una derrota en sus recientes encuentros, las Águilas recuperaron terreno en zona de repechaje con 17 puntos, cuatro más que el Necaxa, que está fuera. La seguridad de Malagón y el liderazgo de Henry fueron su gran mérito, lo que les dio forma en una noche que pintaba desconcertante.

En Pachuca, el Guadalajara dio vuelta a la página tras la salida del argentino Fernando Gago. Con anotaciones de Roberto Alvarado (20) y Gilberto Sepúlveda (41), los rojiblancos derrotaron 2-0 a los Tuzos en su primer compro-miso bajo la dirección técnica de Arturo Ortega, quien cubrió el lugar de Gago.

Bravos pierde

Finalmente, en Ciudad Juárez, los Bravos cayeron 3-2 ante el León en un duelo de volteretas y emociones hasta el final. Diego Hernández (13), John Stiven Mendoza (67) y Mauricio Isaís (90+7) sentenciaron el triunfo de los Panzas Verdes, pese a los tantos de Oscar Estupiñán (50) y José Juan García (62).

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