El Fondo Monetario Internacional (FMI) instó el viernes a los gobiernos de América Latina y el Caribe a abordar políticas económicas destinadas a fomentar el crecimiento potencial, diciendo que su agenda de reformas necesita un impulso mientras que se espera que la actividad se modere en las economías clave.

En sus Perspectivas económicas regionales, el FMI proyectó que el crecimiento de la región se acelerará de 2.1 por ciento de este año a 2.5 por ciento en 2025. Pero se prevé que la expansión del llamado grupo AL7, que incluye a Brasil, Chile, Colombia, México, Paraguay, Perú y Uruguay, se desacelere de 2.4 por ciento en 2024 a 2.0 por ciento el próximo año.

Las estimaciones de crecimiento de la región se publicaron a principios de esta semana como parte de las perspectivas económicas mundiales del FMI.

Rodrigo Valdés, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, dijo en conferencia de prensa que “la urgencia de profundizar las reformas para el crecimiento realmente se aplica a casi todas las economías de la región”, mientras la actividad económica se modera y los gobiernos tienen que lidiar con desafíos fiscales y sociales.

Consultado sobre los impactos de una posible guerra arancelaria tras el resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos a inicios del mes próximo, Valdés dijo que el comercio abierto es bueno para la región, y señaló que, dependiendo de cómo se presente una mayor fragmentación, algunos países de la región pueden beneficiarse mientras que otros pueden sufrir.

El FMI destacó que el crecimiento a mediano plazo en la región de América Latina y el Caribe (excluidas Argentina y Venezuela) se proyecta en torno a 2.5 por ciento anual durante los próximos cinco años y probablemente se mantendrá cerca de su bajo promedio histórico.

Esto refleja desafíos persistentes y no resueltos, como la baja inversión, el lento crecimiento de la productividad y los cambios demográficos.

“Es preocupante que la actual agenda de reformas sea débil y podría conducir a un círculo vicioso de bajo crecimiento, descontento social y políticas populistas”, afirmó el FMI.

Crecimiento tibio”

La entidad destacó que un factor clave detrás de las perspectivas de crecimiento “tibio” es la marcada desaceleración esperada en la expansión de la fuerza laboral debido a la caída de las tasas de natalidad y al envejecimiento de la población.

El FMI también advirtió que la deuda de la región seguirá aumentando sin reformas de consolidación fiscal, que dijo son necesarias para crear espacio para la normalización de la política monetaria, reducir las expectativas de inflación y disminuir el riesgo país.

“Se necesitarían esfuerzos mayores y más duraderos para poner firmemente la deuda en una trayectoria descendente, dado el diferencial desfavorable entre tasas de interés y crecimiento que enfrenta la región”, afirmó el organismo.

Entre sus recomendaciones, el FMI destacó la necesidad de movilizar ingresos, en particular aumentando la recaudación del impuesto sobre la renta de las personas físicas, que sigue siendo baja en toda la región.

“El foco de las autoridades debería cambiar de políticas cíclicas a políticas estructurales destinadas a elevar el crecimiento potencial”, añadió, señalando medidas que podrían fomentar el comercio internacional, desarrollar sectores de mayor tecnología, mejorar la eficiencia de la inversión pública y promover un mercado laboral más flexible.

“Con su rica dotación de minerales verdes, la región está en una posición única para aprovechar los beneficios de la transformación verde, aunque para ello es necesario fortalecer los marcos de inversión para atraer capital y aumentar los ingresos provenientes de los recursos naturales para atender las necesidades de inversión social y pública”, señaló el FMI.

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