Moscú. Un día después de que el ministerio ruso de Defensa confirmó el ataque con misiles estadunidenses Atacms contra la región de Briansk, Ucrania lanzó por primera vez cohetes de crucero británicos Storm Shadow contra blancos militares en la región rusa de Kursk, al tiempo que Estados Unidos levantó la prohibición de suministrar al ejército ucranio minas antipersonas.

La primera noticia, ampliamente difundida por los medios de comunicación occidentales, se basa en fuentes anónimas, toda vez que –justifican– los gobiernos implicados rechazan hacer declaraciones oficiales que la confirmen.

No es claro cuántos Storm Shadow lanzó el ejército ucranio; algunos medios hablan de 14 y otros se limitan a decir una andanada, pero agregan que también se usaron misiles Scalp –el equivalente francés de los Storm–, tampoco se informó qué blancos militares atacaron, si bien todos coinciden en que se trata de la región rusa de Kursk.

Todo esto se presentó como anticipación a un supuesto ataque aéreo significativo de Rusia contra Kiev, que se esperaba ayer, lo que obligó a cerrar como medida preventiva las embajadas de Estados Unidos, Italia, España y Grecia, mientras permanecieron abiertas la de Gran Bretaña, Francia y Alemania, entre otras, que recomendaron a sus nacionales no salir a la calle.

La inteligencia militar ucrania calificó de noticia falsa que Rusia hubiera almacenado cientos de misiles que se disponía a lanzar contra Kiev en castigo por utilizar armas de largo alcance occidentales, especulación que desde el martes circula en las redes sociales rusas. Al menos hasta las 23:30 (hora de Kiev) no se reportó ningún ataque aéreo significativo y por la tarde se activó una sola vez en la capital ucrania el sistema de alarma contra incursiones aéreas.

En ese contexto, el director de la inteligencia exterior rusa, Serguei Naryshkin, advirtió que habrá represalias contra los países que ayudan a Ucrania a usar sus armas de largo alcance.

No quedarán impunes los intentos de algunos países de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) de participar en los ataques de largo alcance en territorio ruso, declaró Naryshkin a la revista National Defence, advertencia que se reprodujo en las principales agencias noticiosas.

En cuanto a las minas antipersonas, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, lo confirmó desde Laos, donde se encuentra de visita, y lo atribuyó a que Rusia ha cambiado su táctica de combate utilizando cada vez más a la infantería.

Sus fuerzas mecanizadas ya no están a la cabeza. Avanzan a pie para poder acercarse y tomar posiciones que abran camino a las fuerzas mecanizadas, explicó Austin, y agregó que las tropas ucranias necesitan recursos que ayuden a frenar los avances del ejército ruso en el este de Ucrania, de acuerdo con reportes de agencias noticiosas.

El Kremlin considera que Estados Unidos y sus aliados tratan de prolongar la guerra cuanto más puedan.

Si tomamos en cuenta la tendencia que muestra la administración saliente de Estados Unidos, ellos apuestan por prolongar la guerra y para lograrlo hacen todo lo posible en el tiempo que les queda (hasta mediados de enero siguiente), comentó su portavoz, Dimitri Peskov, antes de que se difundiera la confirmación oficial por parte de Austin.

El funcionario ruso mencionó que es un caso peculiar, ya que Ucrania se adhirió al Tratado de Ottawa, como se conoce a la convención que prohíbe fabricar, almacenar, usar y transferir minas antipersonas. Cabe recordar que ni Rusia ni Estados Unidos lo han hecho.

Según el Washington Post, Estados Unidos pidió a Ucrania utilizar esas minas en su propio territorio y en zonas de combate donde no haya población civil. De acuerdo con las fuentes de la agencia noticiosa Afp, los artefactos que recibirá Ucrania serán no persistentes, es decir, contarán con un mecanismo de autodestrucción que se activará al cumplirse el tiempo de uso programado.

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