Beirut. Hezbollah acusó a Israel de cruzar todas las líneas con el estallido letal de radios portátiles y bípers, en tanto fuerzas israelíes lanzaron una nueva ola de ataques contra territorio libanés.

Bombas sónicas lanzadas por jets israelíes en vuelos a baja altura sacudieron edificios en Beirut durante un discurso televisado del líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, en el cual advirtió que la acción sin precedente de esta semana podría llamarse una declaración de guerra.

Tel Aviv aún no ha confirmado o negado que esté detrás de las explosiones a distancia que dieron muerte al menos a 37 personas, entre ellas dos niños. Más de 3 mil personas resultaron heridas, de acuerdo con el Ministerio de Salud libanés, cuyos directivos médicos declararon a The Independent que luchaban por atender gran número de lesiones críticas.

En esta operación, el enemigo violó todas las leyes y líneas rojas, expresó Nasrallah, desde una ubicación desconocida. Esta forma de matanza, selección de objetivos y crimen puede que no tenga precedente en el mundo, añadió.

Añadió que cientos de bípers usados por Hezbollah, grupo apoyado por Irán, fueron seleccionados a la vez, y que algunas de las explosiones ocurrieron en hospitales, farmacias, mercados, tiendas y calles con tránsito de civiles, entre ellos mujeres y niños.

La amenaza de una guerra en plena escala ha gravitado en las semanas anteriores a este insólito ataque, después de casi un año de choques desencadenados por la guerra de Israel en Gaza contra otro aliado de Irán, Hamas.

Nasrallah admitió que los ataques asestaron un doloroso y severo golpe, pero no disuadirán a las facciones armadas de Líbano, que no se detendrán antes de que se ponga fin a la agresión en Gaza.

“Lo que ocurrió… sólo aumentará nuestra fortaleza, determinación y presencia”, añadió, advirtiendo que sus fuerzas devolverán el golpe donde Israel no se lo espera.

Hizo eco a declaraciones del comandante Hossein Salami, de la Guardia Revolucionaria iraní, quien, de acuerdo con medios de su país, manifestó a Nasrallah el martes pasado que Israel enfrentará al eje de la resistencia. El enviado iraní a Beirut resultó herido en el ataque a los bípers. A partir de ese día, Líbano fue sacudido por explosiones cuando cientos –si no miles– de dispositivos buscapersonas estallaron al mismo tiempo, lesionando a miles y matando a muchos, incluso civiles. Un día después, cientos de radiocomunicadores, usados en su mayoría por miembros de Hezbollah, también detonaron de súbito.

Intervención de la ONU

Los ataques provocaron una ola de críticas. El primer ministro libanés, Najib Mikati, demandó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptar una postura firme para detener la agresión y guerra tecnológica israelí.

La coordinadora especial de la ONU para Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, llamó a la calma, advirtiendo que los estallidos constituyeron una intensificación extrema y preocupante en el que es ya un contexto inaceptablemente volátil.

Israel comenzó antier a movilizar más tropas hacia su frontera con Líbano, como medida precautoria, informaron funcionarios de ese país. El jefe del ejército, teniente general Herzi Halevi, señaló que se han trazado planes para acciones adicionales contra Hezbollah, aunque el gobierno no ha manifestado si lanzará una ofensiva en grande contra Líbano.

Hezbollah disparó ayer una nueva descarga hacia el norte de Israel.

El ejército israelí indicó anoche que durante la jornada sus aviones de combate bombardearon unas cien lanzaderas de cohetes listas para ser utilizadas inmediatamente para disparar contra su territorio, así como otras (…) infraestructuras terroristas, en las cuales se almacenaban unos mil cañones.

Grave situación en hospitales

El ministro libanés de Salud, Firass al-Abiad, declaró a The Independent que los hospitales del país están preparados para eventos con numerosas bajas a causa del conflicto, pero no podrían haber previsto tantas heridas críticas semejantes al mismo tiempo. Desde 2020, Líbano ha sido presa de uno de los peores colapsos económicos en el mundo, que ha afectado su capacidad de obtener suministros médicos.

El doctor Jihad Saade, director de la mayor instalación de salud gubernamental en el país, el Hospital de la Universidad Rafic Hariri, en Beirut, sostuvo que la mayoría de las heridas por las detonaciones de los dispositivos de comunicación eran en cara, manos y ojos.

Tuvimos una cirugía tras otra en cuatro salas, las cuales funcionaron al mismo tiempo durante toda la noche, detalló. Estamos preparados, por ejemplo, para bombardeos, pero no para lesiones graves en la misma zona específica del cuerpo.

Los médicos no estaban seguros de cuántos pacientes podrán recobrar la vista y les preocupa que ahora la situación se recrudezca.

En la Universidad Americana en Beirut, familiares esperaban con ansia noticias de sus seres queridos. Un hombre de 21 años dijo que esperaba a su cuñado, que tuvo heridas sostenidas en las manos y ojos durante la primera ola de explosiones, el martes. Por causa de Israel, hay civiles en los hospitales hoy. No sabemos qué ocurrirá, añadió.

Saleh Zeineldine, jefe médico del nosocomio, expresó que los ataques constituyen un enorme desafío.

Nuestra capacidad se ha reducido mucho. Recibimos cerca de 200 pacientes ayer, declaró. Tenemos 12 salas de operaciones en funcionamiento constante. Cancelamos todos los procedimientos y casos programados para atender las lesiones de esta emergencia.

En el barrio sureño de Chiya, junto al bastión de Hezbollah en Dahieh, testigos de las explosiones del miércoles en radios portátiles señalaron que las personas tienen miedo ahora de usar cualquier dispositivo.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya

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