El Kremlin acusó este lunes al presidente estadunidense Joe Biden de alimentar la guerra de Ucrania al permitir que Kiev utilice misiles de largo alcance suministrados por Washington para atacar objetivos dentro de Rusia.

Los comentarios de Moscú coincidieron con el anuncio de Ucrania de que un nuevo ataque ruso el lunes en la ciudad portuaria de Odesa, en el mar Negro, mató a 10 personas, tras un bombardeo masivo el fin de semana contra la infraestructura energética del país.

En un giro estratégico a pocas semanas de la investidura de Donald Trump, un alto cargo estadunidense que habló bajo condición de anonimato aseguró el domingo que Washington autorizó a Ucrania a atacar Rusia con sus misiles de largo alcance.

Con esta decisión, Estados Unidos “echa más leña al fuego”, advirtió este lunes el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.

De confirmarse oficialmente, esta autorización conduciría a “una situación fundamentalmente nueva en cuanto a la implicación de Estados Unidos en este conflicto”, subrayó.

The New York Times y The Washington Post habían escrito que la autorización de Washington fue en respuesta al despliegue de tropas norcoreanas para ayudar a Moscú.

Según Kiev, unos 11 mil soldados norcoreanos ya están desplegados en Rusia y habrían empezado a combatir en la región rusa de Kursk, controlada parcialmente por tropas ucranianas.

El demócrata Biden accede así a la petición de Kiev poco antes de dejar la Casa Blanca y del regreso del republicano Trump, muy crítico con la ayuda estadunidense a Ucrania.

 

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