No vamos a caer en ninguna provocación sobre qué país es mejor. Lo que sí, es que a México se le respeta y más por nuestros socios comerciales, aseveró la presidenta Claudia Sheinbaum ante las versiones de la diplomacia canadiense, la cual sostuvo que en la cena del próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, éste lo habría convencido de que no podían comparar a su país con México en torno a tráfico de drogas y estrategia migratoria.

Incluso reviró a las consideraciones canadienses aseverando que ese país también tiene un problema grave de consumo de fentanilo, algo que no pasa en México. Puntualizó que en nuestro país también hay adicciones, pero en niveles muy distantes de los que afrontan Estados Unidos y Canadá, pues en este último caso, sostuvo, en las provincias donde se ha liberalizado su consumo de algunos estupefacientes, se ha incrementado sustancialmente las adicciones a drogas sintéticas.

Sheinbaum se refirió también a las versiones según las cuales algunas fuentes cercanas a Trump han señalado que Estados Unidos prepara una intervención en México para combatir a los cárteles de la droga: por supuesto que no estamos de acuerdo con una invasión, una presencia de ese tipo. Incluso, con el presidente Andrés Manuel López Obrador hubo mucho más control de la presencia de las agencias estadunidenses en México, lo cual se va a mantener.

–¿Tiene información sobre el reportaje de The New York Times de que los cárteles están contratando a estudiantes universitarios para fabricar droga?

–Hoy pregunté en el gabinete y no hay información al respecto. Hay una serie muy conocida que incluso tuvo muchos premios (Breaking Bad) que hace apología de esto. Vi algunos capítulos, pero a lo mejor de ahí lo sacaron –ironizó–, porque no, no tenemos información. Y en su caso, los estudiantes de química no se meten en eso.

Aseveró que la crisis del consumo de fentanilo y de opioides fue detonada por las empresas farmacéuticas estadunidenses, que promocionaron en su momento el uso de algunos medicamentos contra el dolor, e incluso hubo una demanda que ganaron quienes la promovieron porque hicieron campañas para consumir esto.

Es reconocido por asociaciones médicas que así comenzó la crisis del consumo de opioides en Estados Unidos, aseveró. Por eso, cuando se dice en The New York Times que son jóvenes mexicanos estudiantes de química que están desarrollando la droga, no necesariamente. Empezó en otro lado.

Anunció que relanzarán la campaña contra el consumo de drogas, con especial enfoque a disuadir la adicción al fentanilo y las drogas químicas porque son extremadamente letales y adictivas.

Señaló que lo primero que tienen que asumir (Trump y Trudeau) es que tienen un importante problema de consumo de drogas. Describió que en la conversación telefónica que sostuvo con Trump la semana pasada, el republicano le comentó: ¿cómo es posible que tengamos esta cantidad de muertes por consumo de droga? Y nosotros dijimos que vamos a colaborar en lo que podamos porque es un tema humanitario, por encima de lo demás.

En su momento, acotó la Presidenta, México planteará sus preocupaciones con el tráfico de armas a nuestro país desde Estados Unidos.

Ofreció otros detalles sobre esa plática con Trump que no había mencionado, como las referencias a su gabinete de seguridad que le hizo.

Le comentó la estrategia, encabezada por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfusch –de quien también le dijo que había sufrido un atentado–, del secretario de la Defensa, general Ricardo Trevilla, y el almirante Raymundo Morales.

Al abundar en torno a las posturas canadienses, la Presidenta aseveró que ese país tendrá un proceso comicial el próximo año, pero lo que nosotros siempre vamos a demandar es que no se utilice a México para sus campañas electorales.

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