En la Copa Mundial de 1986, los aficionados que seguían a México en el estadio Cuauhtémoc crearon un gesto colectivo que trascendió el resultado de los partidos. Lo llamaron la Ola tricolor y consistía en que las personas se levantaran una tras otra, en las gradas paralelas al campo. Ese fenómeno que unía a personas de todo el mundo mar-ca hoy una realidad distinta sobre la selección. Con las taquillas que venden entradas al 2 por 1, el equipo de Javier Aguirre enfrentará al club Valencia en un partido preparatorio rumbo a 2026.

A falta de encontrar rivales de élite al ser uno de los anfitriones, la Federación Mexicana de Futbol pactó un compromiso inusual ante el antepenúltimo en la clasificación de la liga española. Desde hace 17 años, la selección dejó de jugar encuentros internacionales en la casa del Puebla (1-0 sobre Panamá, el 9 de septiembre de 2007) y centró sus giras en Estados Unidos. El mes pasado, en recintos donde las gradas solían estar repletas, el representativo mexicano derrotó a Nueva Zelanda y empató ante Canadá con una tercera parte de los boletos vendidos.

Hay cosas que no controlas. Yo intento hacer mi tarea al interior del grupo, ver el comportamiento y disciplina de los jugadores, las debilidades del rival. Me encantaría jugar contra las grandes potencias, pero entiendo que la situación de México, Canadá y Estados Unidos es complicada, señala Aguirre en conferencia de prensa. La gente es soberana, nos debemos a ella. Intentaremos revertir esta situación. Queremos que vuelvan, que se acerquen, que estén con nosotros.

En su segunda convocatoria desde que regresó al Tricolor en julio pasado, Aguirre llamó a las principales figuras del país que militan en el futbol europeo, entre ellos Guillermo Ochoa (AVS Futebol SAD portugués); César Montes (Lokomotiv Moscú); Rodrigo Huescas (Copenhague); Edson Álvarez (West Ham) y Raúl Jiménez (Fulham). Además de ellos, el antiguo timonel del Mallorca giró su primera convocatoria al argentino naturalizado mexicano Germán Berterame.

En 2010 parecía una monserga venir a México, recuerda El Vasco sobre el estado actual de su equipo. Me daba esa impresión como aficionado. Debería ser un orgullo estar aquí, sobre todo cuando está en puerta un Mundial en casa. Tenemos que rescatar ese sentido de pertenencia, sentir que orgullosamente un jugador quiere estar en su selección. Aquí a fuerza ni los zapatos entran. Somos un equipo en formación, tenemos muchas ganas de darle algo a nuestro país, pero no va a ser fácil. No me malinterpreten.

El Valencia español no llega al estadio Cuauhtémoc con un presente positivo. En nueve partidos de la LaLiga suma un triunfo, tres empates y cinco derrotas, lo cual lo tiene en puestos de descenso. Aunado a ello, estarán ausentes sus principales figuras, como el delantero Hugo Doro y el capitán José Luis Gayá. A pesar de eso, Aguirre trata de poner los puntos sobre la me-sa y utiliza de ejemplo lo que enfrentó el jugador de Chivas, Roberto Alvarado, luego de detonar pirotecnia sobre los medios de comunicación.

Hablé con Roberto al otro día, al margen de lo que el club le haya dicho. La selección nacional es 24/7. Le dije mi pensar como técnico. No estoy de acuerdo con su conducta y él, como todos, debe tener un comportamiento ejemplar, sostiene.

Me gustaría ir a países como Brasil o Nigeria para ver a los jugadores en escenarios complicados, donde van a ser sometidos a la máxima presión. Quiero ver sus conductas an-te ese escenario hostil, no importa que el resultado no sea bueno.

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