Ciudad de México. La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) amparó este miércoles a Graciela Martínez Domínguez para que se ordene a un tribunal colegiado revisar si fue correcta la sentencia impuesta al feminicida de su hija Fernanda Cadena Martínez, pues la víctima indirecta busca que se le imponga a Samuel “N” la máxima condena de 50 años con el que se castigaba el crimen ocurrido en 2017 en la Ciudad de México.
Y es que Samuel “N” fue sentenciado sólo a 37 años y seis meses de prisión porque la entonces procuraduría capitalina lo acusó de homicidio culposo. El agresor era escolta de un funcionario de la Secretaría de Seguridad Pública de Cuautitlán Izcalli, Estado de México.
En sesión, por mayoría de tres votos contra dos (de Jorge Mario Pardo Rebolledo y Loretta Ortiz Ahlf) la primera sala aprobó el proyecto del ministro Juan Luis Gonzalez Alcántara Carrancá que revocó la sentencia de un tribunal federal que había negado el amparo a Graciela Martínez y a su nieta, hija de Fernanda Cadena, con el argumento de que como víctimas indirectas no tienen legitimación para inconformarse sobre la individualización de la pena, pues esa potestad compete sólo al Ministerio Público.
“La resolución emitida por el mencionado Tribunal Colegiado de Circuito, como se anticipó, es contraria a la doctrina desarrollada en el apartado que antecede, pues es criterio firme de esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que la víctima del delito sí tiene legitimación para impugnar a través del amparo directo la individualización de las penas”, refutó la sentencia.
Con el fallo de la Corte el Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito deberá examinar todos los elementos para determinar si la pena de cárcel a Samuel “N” fue correcta y, con ello, si se debe o no conceder el amparo a la madre y a la nieta para que se ordené a la justicia de la Ciudad de México imponer una nueva condena.
Fernanda Cadena fue asesinada por su pareja entonces pareja Samuel “N” el 21 de abril de 2017. Para entonces, ella tenía 25 años de edad y su hija sólo ocho años. El crimen ocurrió en su departamento de la colonia Pensil, delegación Miguel Hidalgo.