El ejercicio físico es una herramienta fundamental para mantener la salud y mejorar la calidad de vida. Según la macroencuesta “Statista Consumer Insights (2024)”, los principales propósitos de los mexicanos para 2025 son: hacer más ejercicio, adoptar hábitos alimenticios más saludables y perder peso. En concreto, el 65% de los encuestados busca aumentar su actividad física, el 53% pretende mejorar su dieta, y el 35% se enfoca en perder peso en el nuevo año.

Estas cifras reflejan un creciente interés por mejorar el bienestar personal, lo cual es crucial en un país que enfrenta una epidemia de obesidad. La “Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT)” reveló que, en 2021, el 71.8% de los adultos mexicanos padecía sobrepeso u obesidad. Esta situación contribuye significativamente a enfermedades como la diabetes, que afecta a más de 12.5 millones de personas, y a enfermedades cardiovasculares, responsables de más de 150 mil muertes anuales.

Promover estilos de vida saludables es esencial para combatir estas estadísticas alarmantes. Facilitar el acceso a la actividad física y el ejercicio es una estrategia clave para revertir estos problemas. Sin embargo, los especialistas recomiendan realizar una “evaluación médica previa” antes de iniciar cualquier programa de ejercicio, independientemente de la edad.

Realizar una evaluación médica no solo garantiza la seguridad, sino que también maximiza los beneficios del ejercicio y reduce el riesgo de lesiones o complicaciones, además de que la adaptación personalizada, permite desarrollar planes de ejercicio según las necesidades de cada individuo. Este proceso es especialmente importante para principiantes y debe repetirse de manera regular.

De acuerdo con el “Manual de Merck”, que es reconocido mundialmente como referencia médica, estas son las evaluaciones recomendadas antes de iniciar un programa de ejercicio:

Evaluación cardiaca: Determina el límite de intensidad segura e incluye pruebas como el electrocardiograma y la prueba de esfuerzo.

Evaluación de resistencia física: Mide el nivel actual de condición física para diseñar un plan adecuado.

Detección de enfermedades crónicas: Identifica condiciones como diabetes, hipertensión y artritis.

Evaluación osteomuscular: Analiza posturas y movimientos para prevenir lesiones musculoesqueléticas.

¡No lo dudes! Una evaluación médica previa es el primer paso para alcanzar tus objetivos de salud; este proceso te brindará la confianza y seguridad necesarias para comenzar un programa de ejercicio adecuado a tus necesidades; prepárate hoy mismo para ser el campeón de tu propia salud y bienestar en este nuevo año.

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