Amilcingo, Mor., Por medio del arte mural se establece una conexión entre los pueblos, los artistas y el público que los observa. Para diversos creadores, se trata de generar conciencia a través de las obras, respetando la identidad de la localidad, y de tejer una red de personas que se comprometan con proyectos independientes con el fin de acercar la cultura a más comunidades, principalmente que estén en resistencia, por ejemplo, en la zona mixe de Oaxaca y en Amilcingo, Morelos.
Para Juan Carlos Hernández, arquitecto del estado de México y muralista, andar por los pueblos me hizo reflexionar que todos somos parte de la tierra, y en muchas comunidades, por diferentes circunstancias, están olvidando la identidad de sus ancestros; por ello, además de hacer un acompañamiento en la defensa de sus causas, también se busca reflejar su esencia
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Una de las organizaciones que tratan de fomentar esta lucha mediante el arte es el colectivo Tlalmino, que quiere decir camino de tierra. Kevin Reyes, uno de sus integrantes y diseñador gráfico, explicó que es un término inventado por ellos, que recoge parte del vocablo náhuatl tlalli (tierra) y las dos últimas sílabas de camino
. Para ellos, es a lo largo del camino de tierra como se conoce a las comunidades
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Juan Carlos, también miembro de Tlalmino, explicó que realizan diagnósticos geográficos al inicio de cada trabajo, pues necesitan saber cómo se conforma la comunidad, sus paisajes, oficios y las luchas que han enfrentado a lo largo de su historia. Plasmar de forma más completa los aspectos que integran al pueblo nos ha abierto puertas para llegar a más movimientos sociales en nuestro territorio
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Por su parte, Aurora Servín, diseñadora gráfica e integrante del colectivo, destacó que son respetuosos con las tradiciones de los pobladores, pues sería egoísta de nuestra parte llegar a cambiarlo. Tratamos de mantener un equilibrio, ya que somos parte de otra generación
. Mencionó que entre los retos a los que se enfrentan están pintar bajo el sol o la lluvia, no comer ni ir al baño durante horas.
Deben ver por su seguridad, pues hay comunidades donde predomina la violencia y sufren acoso de las autoridades; incluso, han tenido que cubrir los murales ya terminados por amenazas de diversos grupos que se inconforman por su mensaje
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Francisco Jaime García, artista plástico y docente de San Mateo Atenco, estado de México, pertenece al colectivo Ollin Indigente, y cada año, en Semana Santa, hace un festival de música, danza, teatro y murales en su comunidad.
García cuenta que han enfrentado desafíos; por ejemplo, al ocupar plazas públicas se encontraron que gente ajena al colectivo aprovechaba su espacio para promoverse o hacer mal uso de él; ahora, para evitar esa situación, gestionamos casas con el fin de llevar a cabo las jornadas
, lo cual considera que es una mejor experiencia, porque los vecinos se involucran y ya no son sólo espectadores
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Los artistas señalaron que muchas veces no se reconoce su labor porque lo ven como pasatiempo, pero es un trabajo
, es autogestivo, implica tiempo para gestionar los espacios, limpiar los muros y preparar la comida para todos. Recalcaron la importancia de estos actos, pues crean comunidad, todos se apoyan y ponen un granito de arena en los poblados para defender sus causas e identidad
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