Ciudad de México. La huelga de hambre iniciada por la abogada y activista María Luisa Luévano el pasado martes afuera de la Cámara de Diputados terminó hoy, luego de que el coordinador del grupo parlamentario de Morena, Ricardo Monreal, le pidió no poner en riesgo su salud, y al mismo tiempo se comprometió revisar el dictamen para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales.

“Nos ha mandado a llamar Monreal para pedirle a Malú que levante la huelga de hambre y no afecte su salud, que hay muchas formas de luchar. Nos ha dado una vía, ha puesto todo su compromiso en realizar todos los trámites necesarios para que este dictamen efectivamente llegue a votación”, señaló Susana Prieto Terrazas, quien renunció a la bancada morenista la Legislatura pasada en protesta por la no aprobación de la semana de 40 horas.

Consultado al respecto, el también presidente de la Junta de Coordinación Política señaló: “Le pedí que no pusiera en riesgo su vida y le plantee iniciar un diálogo en la Comisión del Trabajo para ver qué podemos lograr. Se requiere el consenso de los sectores económicos y a partir del lunes iniciará un diálogo en la Comisión del Trabajo, para determinar si es viable, si se aplica gradualmente y cuándo. Se ofreció ese diálogo y estuvieron de acuerdo”.

Según Prieto –quien también estuvo acompañada de la activista Cristina Cabrera–, Monreal prometió que habrá coordinación con la iniciativa privada para analizar este tema “y parece ser que ya el lunes podemos incluso empezar a trabajar en ver cuáles serían las formas en que los empresarios dirían cómo sí y poder votarlo y avanzar en los términos en los que ya está expuesto”.

Monreal recibió a Luévano, Prieto y Cabrera en sus oficinas de la cámara.

Luego de recordar que el dictamen de las 40 horas laborales está listo para su votación en el pleno desde abril de 2023, Prieto indicó que ese documento no tendría que modificarse, sino “votarse en sus términos”, aunque no descartó que se presenten reservas en las cuales se hagan adecuaciones al texto, entre ellas las relacionadas con la posible aplicación gradual de la reducción de la jornada laboral. “Habrá que trabajar con la presidenta de la Comisión de Trabajo (Maiella Gómez Maldonado), y con Leonel Godoy, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, y convocar ya a los empresarios y demás para que nos digan cómo sí va a transitar. Ellos se harán en la nueva legislatura una idea de los términos en que habrán de plantear las reservas a ese dictamen”, puntualizó.

-¿Temen alguna traición de algún diputado de Morena? –se le cuestionó.

-Pienso que hasta los traidores tienen un límite a veces. Predisponernos a que alguien va a ser un traidor para que esta reducción de la jornada laboral se cristalice, sería estar “futurizándonos” y echar a perder lo que ha logrado la compañera Malú con esta huelga de hambre en la que nadie creía, pero que finalmente sirvió para llamar la atención.

-¿Estaría de acuerdo en la gradualidad de la reducción de la jornada laboral?

-No estoy de acuerdo y los trabajadores tampoco, pero más vale poquito que nada. Finalmente, si no se logra, si nos dicen ‘vamos a tardar dos años en consumarla por completo, o 3 o 4 años, es mejor a que pasemos 116 años sin modificar la jornada laboral, porque desde 1917 no se modifica la Constitución en materia de descanso para los trabajadores. No quiero cerrar la posibilidad y digan “es una radical y por eso ya no se hace nada”. Porque en mi conciencia pesaría que probablemente esto se cae y no se logre con nadie, y hemos trabajo mucho para que se logre, no para que no se logre.

Por su parte, luego de confirmar que levantaría la huelga de hambre luego de 52 horas de sostenerla, Luévano dijo confiar en que “juntos vamos a buscar el cómo sí llegar a que la Constitución, en su artículo 123, fracción 4, se pueda modificar, de acuerdo con el dictamen que está pendiente de votación.

-¿Era necesaria una huelga de hambre para que los legisladores hicieran caso a esta demanda?

-Al parecer sí. ¡Qué triste que tuve que haber hecho una huelga de hambre para que pudieran reaccionar en algo que era tan sencillo! -respondió.

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