México enfrenta barreras importantes en el cuidado de la salud, debido a la carencia de enfermeros, médicos y la alta tasa de mortalidad, por lo que es imperativo mejorar el financiamiento, la accesibilidad y la calidad en este rubro, aseveró el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas.

En el país, señaló, apenas se cuenta con 2.4 médicos y 2.8 enfermeros por cada mil habitantes, cifras que evidencian la necesidad de ver a la enfermería como un factor central para reducir estos problemas que merman el cuidado integral y la prevención de la salud.

Al inaugurar el décimo segundo Congreso Nacional de Posgrados en Enfermería, el rector de la universidad nacional mencionó que los datos demuestra que nuestro país es de los que menos invierte en salud a nivel mundial y ante ello es prioritario ver que el saber científico, interdisciplinario y colaborativo “es la vía para enfrentar de manera integral y efectiva los desafíos más urgentes de la salud pública en México”.

Apuntó que innovar en la salud no es opcional, “es una necesidad impostergable, pues complementan la enseñanza y la práctica de la enfermería, porque los pacientes esperan del personal de salud no solo habilidades técnicas, sino un trato humano y digno”.

Por ello, aseguró que este congreso nacional es un llamado a actualizar la formación y práctica para responder a las demandas contemporáneas, pues los desafíos son múltiples como la exigencia de competencias especializadas, el uso de la tecnología como herramienta pedagógica y asistencial, y la inversión orientada a problemas apremiantes.

Consideró que se requiere fortalecer el papel de la enfermería en la construcción de sistemas de salud resilientes y equitativos. En ese sentido, resaltó que en la UNAM la enseñanza de la enfermería va más allá de verla como una noble profesión, “es un pilar esencial que garantiza el funcionamiento de la salud, al combinar conocimientos, empatía, destreza y vocación social”.

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