El gobierno federal realizará a partir de enero del próximo año un monitoreo de medio millón de personas, para analizar datos de salud metabólica y detectar los factores de riesgo entre la población mexicana que derivan en enfermedades.
La meta con esta estrategia es disminuir entre 5 y el 10 por ciento, a lo largo de los próximos seis años, la frecuencia de hipertensión arterial, diabetes mellitus y obesidad. Se busca “no nada más tratarlas, sino prevenirlas”, explicó el secretario de Salud, David Kershenobich.
Al presentar avances de proyectos prioritarios del sector salud dentro de la conferencia de prensa matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, el funcionario federal expuso que en el estudio, que comenzará el 1 de enero, se plantea analizar a pacientes con tres o más condiciones de riesgo metabólicos, entre ellos, hipertensión arterial; colesterol y triglicéridos altos; obesidad y sobrepeso; glucosa elevada, y enfermedades renales crónicas, para detectarlos en fases tempranas.
“Vamos a hacer una campaña intensa a través de todo el sector Salud, en el cual también participarán los Institutos Nacionales de Salud haciendo el monitoreo, y lo que pretendemos es incluir cuando menos a 500 mil personas, y lo que queremos es poder establecer qué medidas son útiles para evitar el desarrollo de las enfermedades”, agregó.
Recalcó que el problema del incremento de índices de obesidad no es exclusivo de México, sino que se refleja en todo el mundo. En el fondo, apuntó, hay una serie de causas, entre ellas, las dietas no saludables, el consumo de tabaco, abuso del alcohol o la falta de actividad física. Ello genera padecimientos como cáncer, diabetes, enfermedades del corazón y pulmonares crónicas. Dichos factores están vinculados con esas enfermedades por la alteración de la salud metabólica, agregó.
Subrayó que uno de los ejes del sector salud es dejar únicamente de tratar las enfermedades crónicas, sino enfocarse también en mejorar la salud metabólica de la población.