Londres. La inflación británica subió más de lo previsto en octubre y volvió a situarse por encima del objetivo de 2 por ciento fijado por el Banco de Inglaterra, mientras las medidas de crecimiento de los precios subyacentes también ganaron velocidad, lo que demuestra por qué el Banco de Inglaterra (BoE) se está moviendo con cautela en cuanto a los recortes de los tipos de interés.
Los precios al consumo aumentaron 2.3 por ciento anual en octubre, impulsados en gran parte por un aumento de las tarifas reguladas de la energía de uso doméstico, tras un incremento de 1.7 por ciento en septiembre, que fue la primera vez que la tasa de inflación cayó por debajo del objetivo del BoE desde 2021.
La libra esterlina avanzó casi un tercio de centavo frente al dólar inmediatamente después de la publicación de los datos y los futuros de tipos de interés preveían un ritmo ligeramente más lento de recortes de tipos.
Las previsiones más recientes del Banco de Inglaterra y un sondeo de Reuters entre economistas apuntaban a un índice de precios al consumo (IPC) de 2.2 por ciento en octubre.
“Estas cifras confirman un decepcionante resurgimiento de la inflación, ya que el reciente viento de cola de la bajada de los costos de la energía se convirtió en viento en contra en octubre, tras el aumento del tope de precios de Ofgem (regulador), que provocó un notable incremento de las facturas de los hogares”, dijo Suren Thiru, director económico del organismo de contabilidad ICAEW.
El aumento representó la mayor subida mensual del IPC anual desde octubre de 2022. La inflación de los servicios —que el Banco de Inglaterra considera una medida clave de la presión sobre los precios generada internamente— subió a 5.0 por ciento en octubre desde 4.9 por ciento de septiembre, de acuerdo con la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS, por sus siglas en inglés).
El Banco de Inglaterra esperaba que subiera a 5.0 por ciento en octubre. La inflación subyacente, que excluye la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, repuntó hasta 3.3 por ciento desde 3.2 por ciento de septiembre.
“Aunque el ligero repunte de la presión sobre los precios de los servicios confirma que sigue siendo un obstáculo importante mantener la inflación por debajo del objetivo de forma sostenible, la ralentización del crecimiento salarial y el debilitamiento del mercado laboral deberían contribuir a situarla en una trayectoria descendente más consistente”, dijo Thiru.